Artículo de Francisco José Fajardo, tomado de Canarias7.es
Imagen de la tortuga boba contaminada con chapapote en la zona del
hundimiento.
El vertido de fuel provocado por el hundimiento del pesquero ruso Oleg Naydenov en aguas del sur de Gran Canaria ya se ha empezado a cobrar sus primeras víctimas en la fauna marina de la zona.
Ayer miércoles, sin ir más lejos horas después de que la nave que porta 1.400 toneladas de combustible en su interior se fuese al fondo del mar, la patrullera de la Guardia Civil encontró un ejemplar de tortuga boba totalmente contaminada de chapapote, flotando para intentar salvar su vida.
El animal fue trasladado de inmediato al hospital veterinario del Centro de Recuperación de Fauna de Tafira donde el equipo dirigido por el biólogo veterinario Pascual Calabuig la esta tratando para limpiarla de contaminación y que pueda volver al mar sana y salva.
Sobre este caso, Calabuig afirmó que el vertido "es una autentica catástrofe natural que va a afectar a toda la fauna de la zona, especialmente a las pardelas que nada más entrar en contacto con el combustible, morirán irremediablemente", afirmó visiblemente disgustado.