Los problemas odontológicos también afectan a nuestros peludos, y la gingivitis en perros es prueba de llo.
En cuestión de salud dental, nuestros perros necesitan constante atención por nuestra parte y una buena higiene de su boca, que permita prevenir enfermedades relacionadas con los dientes y toda el área bucal.
Uno de los principales y más frecuentes problemas que se presentan en los perros es la gingivitis.
La gingivitis en perros puede comprometer la higiene y salud general de la boca de nuestro amigo peludo.
Esta enfermedad dental es una inflamación progresiva y crónica de las encías.
Por eso es importante que el adoptante conozca todos los detalles al respecto, como los síntomas que se presentan, las posibles causas que la originan, formas de prevención y el tratamiento más adecuado en caso que ya se encuentre presente.
¿Qué es la gingivitis en perros?
La gingivitis en perros es una enfermedad crónica que genera inflamación de las encías, así como de las mucosas que se encuentran en la cavidad bucal.La gingivitis es considerada una etapa anterior a una enfermedad más grave que es conocida como la periodontitis.
La periodontitis es una enfermedad que ocasiona la pérdida de piezas dentales o, en casos alternos, llevando a la necesaria extracción de las mismas para evitar agravamientos de la salud del perro.
Es una enfermedad que puede llegar a ser controlada mediante tratamientos adecuados, evitando que se agrave y que derive en la pérdida dental.
Siempre por parte de un médico veterinario.
Esta consiste en un estado inicial de lo que en medicina se conoce como enfermedad periodontal que ataca y afecta el funcionamiento de todos los tejidos relacionados con la posición y estabilidad de los dientes: encías, huesos alveolares y ligamentos.
Se manifiesta como una inflamación de las encías y su origen suele ser derivado de una proliferación de bacterias que se desarrollan y acumulan en la cavidad bucal, usualmente debido a la acumulación de sarro y placa.
La placa dental es la acumulación de restos de alimentos que quedan al comer y se van adhiriendo a los dientes.
No obstante, esta puede ser removida con facilidad al realizar un cepillado regular.
Al pasar dos o tres días de haberse depositado los restos de alimentos, si no es cepillada adecuadamente, se calcifica y será necesario acudir al veterinario para que proceda con la limpieza a través de técnicas más especializadas con instrumentos adecuados.
De no ser tratado a tiempo, las bacterias se encontrarán con un ambiente idea para su proliferación, llegando a reproducirse con más facilidad y rapidez, invadiendo las zonas más inaccesibles como por la parte inferior e interior de las encías.
Esto sin duda, causa una reacción que se manifiesta como la inflamación que puede observarse a simple vista.
De no ser tratado a tiempo, estas continuarán avanzando hasta alcanzar los tejidos musculares y los huesos que los soportan.
Por lo tanto, se agrava el problema, y hará que el tratamiento sea cada vez más complicado y difícil.
Causas de la gingivitis en perros
Existen diversas causas que originan el desarrollo de la gingivitis en perros, como los siguientes:La enfermedad periodontal suele ser la más común por consistir en la formación y acumulación del sarro que brinda un ambiente ideal para el desarrollo y proliferación de bacterias.
Enfermedades sistémicas como los estados de inmunosupresión, malnutrición y diabetes mellitus, pueden fomentar la aparición de la gingivitis.
Administración continuada y prolongada de corticoides.
Continuo contacto con agentes químicos, físicos y/o biológicos: la inflamación de las encías puede ser originada por la deposición de pequeños (a veces microscópicos) objetos en la boca del perro. También sustancias cáusticas pueden detonar la inflamación. De manera equivalente, ciertos parásitos como la oruga procesionaria pueden originar daños en los tejidos, derivando en inflamaciones como reacción propia del sistema inmune del perro.
Enfermedades autoinmunes pueden estar relacionadas con la inflamación de las encías.
Ciertos virus: como el calicivirus, herpesvirus o el moquillo, pueden ser causantes de inflamaciones en la boca del perro.
Enfermedades hiper o neoplásicas están relacionadas con la aparición de inflamaciones bucales. Algunas de ellas son la hiperplasia gingival, épulis, granuloma eosinofílico, papilomatosis oral o neoplasias de tipo maligno.
Síntomas de la gingivitis en los perros
El primer síntoma que podemos apreciar derivado de la acumulación de bacterias en la boca de los perros que indican la presencia de la gingivitis, es la infamación de las encías del perro.También se le une su inapetencia al comer por las molestias que esta puede causarle.
Sin embargo, a pesar de que es el primer y más visible síntoma que pueden presentar, se van manifestando otros a medida que la enfermedad avanza.
Todo ello debido a que se van a ir acumulando más bacterias, por su reproducción.
A continuación, indicaremos los más comunes, algunos de los cuales pueden detectarse a simple vista:
Presencia de halitosis (mal aliento general el cual es causado por las bacterias).
Sangrado de las encías junto con la inflamación, úlceras y enrojecimiento de los tejidos.
Los dientes presentan una pigmentación diferente, es decir, que sus dientes se pueden ver manchados.
Aparición de sarro debido a la calcificación de los restos de alimentos al quedar en la boca del animal por falta de limpieza.
La línea de las encías va perdiendo su forma regular debido a la inflamación. Suele salir pus como medida de protección del sistema inmune del perro.
Fuertes dolores al momento de masticar.
Presencia de salivación excesiva.
Los dientes del perro pierden su firmeza y comienzan a moverse, pudiendo llegar a la pérdida de los mismos.
Como consecuencia de los dolores y molestias, se notará un cambio importante en su comportamiento regular, pasando de activo a estar muy pasivo. El perro incluso podría aullar y sentir mucho dolor y molestias. Esto sin duda puede afectar mucho a sus patrones regulares de sueño.
A tener en cuenta
Mientras la gingivitis avanza, se produce una inflamación muy fuerte en las encías, se hinchan y se ponen de color rojo.Por supuesto, esto produce dolor y para evitarlo, el perro no va a querer masticar su comida.
La gingivitis es uno de los primeros síntomas que se manifiestan de la enfermedad periodontal.
Si no se trata a tiempo, podría tener algunas consecuencias como flemones y producir bacterias al torrente sanguíneo.
Esta infección bacteriana puede ocasionar que pase al corazón, hígado e incluso hacia los riñones del perro.
Tratamiento de la gingivitis
Para eliminar la placa y el sarro que se forman y que dan origen a la gingivitis, la mejor forma es a través de la limpieza dental constante. Sin embargo, cuando esta ya ha aparecido, hay que hacer una limpieza más profunda para eliminar también la infección bacteriana.
Es importante tratar al perro con algún antibiótico que recomiende el veterinario, siguiendo sus instrucciones para poder de esta manera lograr disminuir la cantidad de gérmenes y virus.
Si es el caso de que la gingivitis que se presente en el perro se relacione con algún tipo de lesión en la boca, el tratamiento a seguir estará dirigido a la inflamación. Esta última desaparecerá al no estar presente lo que origina el daño en el tejido bucal, al ser retirado todo cuerpo extraño o lograr la cicatrización de la lesión. Generalmente se aplican antibióticos para prevenir posibles infecciones secundarias derivadas.
Si la gingivitis que se presenta es derivada de otra enfermedad ya presente en el perro, lo primordial será tratar esa enfermedad debido a que, al eliminar la causa primaria, resulta más fácil de tratar, controlar y combatir las secundarias. Puede llegar a ser necesaria la aplicación de corticoides.
La mejor forma de combatir la gingivitis es el tratamiento de limpieza dental constante para mantener la cavidad bucal libre de gérmenes y bacterias que originan la gingivitis. Sin embargo, cuando ya es tarde y se ha desarrollado una infección avanzada, lo que corresponde es aplicar un tratamiento antibiótico antes de proceder con la limpieza profunda, esto con la finalidad de disminuir la carga viral y hacerla menos agresiva antes de proceder a la limpieza.
En los casos extremos puede llegar a ser necesaria la extracción de los dientes debido a que ya se encuentran con un nivel de daño irreparable, o que se hayan caído por sí mismos. Esto disminuirá de manera considerable la inflamación, y será una solución espontánea de la gingivitis, en la mayoría de los casos, al no haber medio para el desarrollo de las bacterias.
Si la gingivitis se presenta de manera aislada, sin haber otras enfermedades sistémicas crónicas o graves, el pronóstico de mejora del perro suele ser muy positivo y optimista en caso de aplicarse el tratamiento adecuado.
El veterinario llevará a cabo un tratamiento en los dientes del perro que consistirá en un proceso de pulido y limpieza de los dientes con instrumentos especializados que le permitirán llegar a zonas complicadas y remover las placas que tenga más difícil acceso, es decir, que no salen con un simple cepillado. Como este se trata de un proceso bastante molesto llegando a ser incluso doloroso en algunos casos, generalmente se realiza aplicando un sedante general.
Cuando el perro ya presenta movilidad o debilidad en los dientes como para mantenerse en su sitio, existen metodologías y técnicas quirúrgicas que pueden evitar su caída, apoyándolos para que puedan mantener los dientes en su lugar.
También una adecuación de la dieta de la mascota contribuye en gran medida a mantener un buen estado de las encías: se puede optar por los alimentos tipo pienso que sean más secos ya que estos dejan menos restos depositados entre los dientes y en el esmalte (capa superior) de los mismos. Este tipo de alimentos duros contribuye a la limpieza general de los dientes.
Prevención
Sin embargo, el mejor tratamiento consiste en el preventivo, lo que ahorrará muchas molestias, tiempo y gastos adicionales tanto para el perro como para su adoptante.Para ello, se debe aplicar un correcto cepillado dental con los productos adecuados, realizando esta tarea por lo menos una vez cada dos días.
El cepillado debe ser parte de su rutina.
De la misma forma, también existen juguetes diseñados para que al momento de interactuar con ellos ayuden a mantener la limpieza de su boca.
Es importante también que lo lleven regularmente a su veterinario para un control de salud general.
La mejor opción es cepillar de forma constante y regular con los productos que han sido diseñados específicamente para los perros.
Afortunadamente, estos se pueden encontrar con facilidad en casi cualquier tienda de artículos para mascotas o consultando con su veterinario de confianza.
La revisión y control constante de la higiene bucal del perro permite la detección temprana cualquier modificación en su boca.
Si se observa la acumulación de sarro, hinchazón, algún absceso, alteraciones de color o sangrado, hay que acudir inmediatamente al médico veterinario.
También puede aprender las diferentes formas y técnicas de cepillado más eficientes preguntándole al especialista, para aplicarlas con su perro.
Puede consultar con el veterinario qué dieta puede ser apropiada que permita mantener más fácilmente la higiene bucal del perro sin afectar su nutrición.
Siempre podrá conseguir el balance natural que ayude a impedir que restos de comida queden entre los dientes.
Consejos generales para prevenir la gingivitis
Existen diferentes modelos de cepillos de dientes para perros adaptados a cada una de las razas, así como diferentes tipos de dentífricos y enjuagues bucales.Es necesario hacer la limpieza bucal con regularidad, aunque muchos perros no les resulta agradable.
En ese sentido, se recomienda iniciar el cepillado desde que son cachorros para que se acostumbren al cepillado constante.
Se pueden adquirir alguno de los diferentes snacks disponibles en el mercado dirigidos a la limpieza dental de los perros, al igual que los diferentes juguetes masticables que ayudan a estimular la producción de saliva de los perros que hace que se mantenga limpia la boca.