“Mi hijo estaba cono loco por tener un peludín, yo ya había tenido antes y sabia la responsabilidad que era. Sólo hacia darle largas y largas. Hasta que en diciembre de 2013, sin haber leído nada de nada decidí que había llegado el momento.
Hablamos y fuimos derechitos a por un Beagle. Vimos un anuncio de un militar que le destinaban a Zaragoza y daba a su cachorro de 3 meses y medio.
Todo sonrisas, ilusión, caricias, mimos… pero cuando Beil cumplió 5 o 6 meses empezaron los problemas. Nos mordía si le quitábamos algo, no podíamos hacerle bajar del sofá, ni acercarnos a su comida.
A base de leer pudimos erradicar algunas cosillas, pero estaba claro que necesitábamos ayuda profesional.
Llamamos a algún que otro educador y no dábamos con el adecuado, no nos gustaba como le trataban o imponían las cosas.
Fuimos a clases grupales y fenomenal pero sabíamos que eran eso, clases grupales, el problema seguía existiendo.
Mirando por Internet encontré a Rubén y Patricia, hablé con ellos pero no me decidía a dar el paso. Hasta que hubo otra mordida. Me puse en contacto con Rubén y, no tardaron nada en venir a casa y… bueno desde entonces estamos trabajando juntos. Beil ha cambiado en muchísimos aspectos, tranquilidad en casa, quitarle cosas de la boca y muuuuchas otras cosas.
Nos enseñaron que Beil es un peludín inseguro y sensible y necesitaba mucha paciencia, trabajo, comprensión…
Gracias Ruben, gracias Parricia.”
Julia contactó con nosotros porque su perro Beil mostraba un grado de agresividad hacia las personas y perros bastante alto. No les dejaba salir de casa, se ponía agresivo. También mostraba un problema de posesión de recursos, todo porque su problema principal era la inseguridad.
Trabajamos con él estableciendo una correcta relación en casa y eliminando la ansiedad por separación.
A su vez realizamos ejercicios para que Beil se sintiera más seguro de sí mismo y, sobre todo, con su familia.
Actualmente tanto Julia como su familia disfrutan cada día más junto a Beil, un perrito que ahora sale a la calle sin problemas y en casa esta tranquilo y feliz.
Gracias Julia por todo el PEDAZO DE TRABAJO que has hecho con Beil. Un trabajo que requiere la paciencia y el cariño que tu le has puesto.
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