Tomado de Cadena SER.com
Encierro en Carbajales de Alba (Zamora) / Foto: Observatorio Justicia y
Defensa Animal
En España se celebran cada año unos 3.000 festejos populares en los que se utilizan animales para la diversión de los ciudadanos, según el Observatorio Justicia y Defensa Animal. Esto afecta directamente a unos 60.000 animales, la mayoría toros, vaquillas y becerros, aunque no exclusivamente.
Caballos que son obligados a cruzar hogeras o ascuas en llamas, patos que son tirados al agua para ser atrapados por personas, roedores que se lanzan al aire o contra paredes por mera diversión, o cerdos a los que se persigue y acorrala dentro de un recinto cerrado. Son solo algunos de los ejemplos de esas fiestas de pueblos y ciudades en los que los animales sufren estrés o pánico, cuando no daños físicos, con el amparo y la permisividad de las autoridades locales y autonómicas.
Según Nuria Menéndez de Llano Rodríguez, abogada especialista en Derecho Animal y directora del departamento legal del Observatorio Justicia y Defensa Animal, "el animal no entiende qué está sucediendo. Se ve entre una multitud de gente y hay un estrés, un pánico, y ese es realmente el maltrato más generalizado, sin llegar a sufrir ningún daño físico".
Nuria Menéndez de Llano dice que estos festejos "no deberían celebrarse, porque son ilegales. Porque en cada Comunidad Autónoma hay una legislación de protección animal que proscribe todo maltrato o trato antinatural que se dé a un animal". Por antinatural se entiende todo sometimiento de los animales a situaciones ajenas a su propia naturaleza, algo que, según el Observatorio Justicia y Defensa Animal, se produce siempre en este tipo de festejos en los que se acosa a los animales por mera diversión. "En España se sigue teniendo cierta tolerancia con esta violencia generalizada y normalizada con divertirse a costa a los animales, a los que se considera meras "cosas", para divertirse. Y hoy en día no hay ninguna necesidad realmente. Es una falta de voluntad política lo que hace que se sigan permitiendo", señala Menéndez de Llano.
El Observatorio tiene entre sus finalidades el estudio y seguimiento de estas fiestas, vigilando el cumplimiento de la legalidad en los espectáculos en los que se utilicen animales y denunciando cualquier irregularidad o contravención de la ley que se produzca, tanto por vía administrativa como por vía judicial. Unas irregularidades que se producen la mayoría de las veces por el desconocimiento o la inacción de las propias autoridades, según la responsable del departamento legal del Observatorio de Justicia y Defensa Animal. "Lo que necesariamente tiene que suceder es que las autoridades autonómicas, que son las que tienen que dar la autorización para que se celebre cualquier festejo, tienen que aplicar por mandato legal la ley de protección animal. Hay una creencia de que el derecho animal es un derecho de segunda, que no pasa nada si no se aplica. Y no: hay hasta responsabilidad penal si no se aplica. Las leyes están para cumplirlas, y las que protegen a los animales, también".
Para escuchar la entrevista de 5 minutos con Nuria Menéndez click AQUÍ