Tomado de ABC.es
Rescate de un león en Albocácer (Castellón) que había permanecido toda su
vida enjaulado. / GUARDIA CIVIL
Solo el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona, ha decomisado más de 10.000 animales exóticos vivos desde 2005. Entre ellos, cocodrilos, pumas, tigres de bengala, leopardos, hipopótamos, osos, chimpancés, elefantes y leones. Muchos han sido rescatados de circos ambulantes y de zoológicos que no disponían de la documentación que acreditaba un nacimiento en cautividad, pero muchos otros también lo han sido de residencias particulares. Porque el gusto de ciertas personas por diferenciarse del resto con la tenencia de llamativos animales no tiene límites.
Pero esta cantidad hace referencia solo a los animales exóticos que se han rescatado por el Seprona. La asociación Faada ha publicado un censo de animales salvajes en Cataluña con unos datos reveladores: 5.773 animales salvajes han sido abandonados o decomisados y recogidos en Cataluña entre 2013 y 2014. En la mayor parte de los casos se trata de animales que han sido abandonados por sus propietarios. Desde esta organización denuncian la libre venta de estos animales tanto en tiendas como en Internet, y por ello reclaman un control más estricto en la aplicación de las leyes.
El goteo de casos que llega a los medios es constante. A principios de este mes, dos chimpancés ?un macho y una hembra? escapaban de un zoo-safari de Mallorca. La hembra era abatida a tiros y el macho encontrado ahogado en una depuradora. Antes, los dos simios habían estado en manos de un particular, y en ninguno de los dos casos, según denunciaron asociaciones de defensa de los animales, en las condiciones adecuadas. Apenas unos días después, agentes del Seprona de Castellón rescataban a un león de un pequeño circo francés que se había instalado en Albocácer. En esta ocasión, el animal llevaba más de un año encerrado en una jaula de la que no podía salir.
«Este caso ha sido especialmente sangrante porque el león estaba encerrado en una jaula sin posibilidad de salir, con la puerta soldada. Solo lo exhibían a la puerta del colegio cuando salían los niños para vender entradas. El veterinario nos dijo que tenía 3 años y que debía llevar encerrado toda su vida en la jaula», explica a ABC José Luis Méndez, guardia civil del Seprona de San Mateo en Castellón.
Pero lo peor de todo fue la respuesta del propietario del pequeño zoo, que se encaró con los agentes diciéndoles que «la semana que viene» compraría otro y solucionado. «Hay un mercado de estos animales para circos y particulares porque dentro de la UE son fáciles de transportar por las fronteras interiores. Hay mucha gente que quiere tener lo que no puede tener el vecino», lamenta Méndez.
Entrada de animales por Canarias
Laura Riera, del departamento de zona salvaje de Faada asegura que el tráfico de animales exóticos «va en aumento». Según cuenta, «Hay mucho tráfico ilegal. En España siguen entrando por Canarias y el Estrecho animales procedentes de África como hace 20 años. Hay criaderos que trapichean con crías de leones que son muy atractivas para los zoos pequeños y para la publicidad. Aquí hemos tenido casos de tigres blancos criados en España que se exportan a Indonesia. El problema es que es muy difícil saber si son realmente legales porque controlar sus papeles es muy difícil y el Gobierno está obligado por la Convención a tener centros de recuperación para estos animales o convenios con organizaciones. Y eso cuesta dinero. Así que es mejor no ser demasiado estricto. En 2012 llegó un barco de Guinea-Conakry con chimpancés, el tipo fue a la cárcel pero a día de hoy no sabemos dónde están los chimpancés», concluye Riera.
Leones en casa
Tener en casa un león es perfectamente legal. Pero siempre que se cumplan unos estrictos requisitos. Hay que tener licencia de posesión de animales peligrosos, un número Cites (en referencia a la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) de ese animal que se demuestra que ha nacido en cautividad y de padres cautividad, certificado psicotécnico, un núcleo zoológico con unas instalaciones adecuadas para el animal. Si todo está en regla, tener un zoológico en casa es posible.
En otras ocasiones, los ciudadanos vulneran la convención Cites por puro desconocimiento. Es el caso de las pulseras hechas con pelo de elefante, un animal que está protegido y del que no se puede comercializar nada. «Esas pulseras no se han hecho porque un artesano se ha acercado a un elefante a quitarle pelo, se hacen porque primero se ha matado al animal, y una vez que los furtivos se han llevado el marfil, viene el resto a aprovechar lo que queda. De los animales protegidos por el convenio Cites no se puede usar ni siquiera la imagen para poner en los conocidos tarros de bálsamo del tigre», sentencia Méndez.