Sasha como sabéis es una perra que adopté en agosto de 2015 en la protectora de CICAM Majadahonda, por sus grandes cualidades para acompañarme en las sesiones de terapia con personas, aunque tuve que trabajar muchos comportamientos y sobretodo mucho autocontrol con ella, pues no tenía ninguna señal a la que respondiese, ya con 3 años.
Sin embargo, y por algunos malos encuentros que ha tenido, su socialización con perros ha empeorado con los meses, y ahora toca ya centrarse en su socialización.
A Sasha le encanta jugar con otros perros, aunque con frecuencia no sabe muy bien cómo, y le genera mucha inseguridad el acercamiento de un perro que no conoce.
En el vídeo voy explicando de manera resumida qué estábamos llevando a cabo en cada situación. Simplemente resaltar algunos puntos:
Un buen manejo de correa es fundamental. Permitir que el perro no se sienta obligado, incómodo o presionado por la correa, pero mantener la distancia controlada para evitar sobresaltos, ayudará a que el perro se sienta más relajado y nosotros también, manteniendo un entorno seguro.
Permitir que el perro se recupere por sí mismo cuando puede hacerlo, pues Sasha es buena en eso, mejorará la comunicación entre guía-perro y fomentará que el perro pueda gestionar por sí mismo una situación incómoda, de miedo o en cualquier caso de tensión.
Tener trabajados ejercicios sencillos donde poder apoyarte para mantener la atención del perro, es una ayuda indispensable.
Por supuesto, contar con el trabajo de otro profesional que sabe manejar la situación y comunicarse con su perro para analizar su estado emocional y sus necesidades, hace el trabajo mucho más sencillo y relajado para todos.