Para empezar, hay que decir que si el perro va a la basura es principalmente por culpa nuestra. Como propietarios responsables de un perro debemos velar por su seguridad y en esto entra tener el contenedor o cubo de la basura fuera del alcance del perro. Hablamos de seguridad porque, evidentemente, que investigue, huela y digiera en la basura puede llevar a causar daños importantes:
- Una intoxicación de algún alimento que no metaboliza bien: aguacate, chocolate, cebolla, ajo, etc.
- Ingerir algún producto químico que hayamos tirado a la basura.
- Cortes, lesiones en el interior de la boca, atoramientos o daños en el estómago e intestinos. En la basura no solo se desechan alimentos. También se desechan objetos o trozos punzantes que pueden causar estragos en la salud de tu perro.
Cuando me escriben algún e-mail preguntándome con desesperación cómo puede evitar que su perro hurgue en el cubo de la basura e incluso que esparza todos los desechos en el suelo siempre contesto lo mismo: no se lo dejes a su alcance. La basura debe ir siempre dentro de un armario que el perro no pueda abrir, o con un cubo que se cierre herméticamente y que no haya posibilidad alguna de que tu perro acceda a ella.
En cuanto a contenedores de la calle, debes siempre vigilar a tu perro y no quitarle ojo, ¡la de peligros que están a su alcance! Por eso, ante cualquier acercamiento a cualquier contenedor, no dudes en reclamarlo y bloquear su cerebro con otra acción.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino "Cómo Educar a un Cachorro"
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