No es de extrañar que, con tantos gatos, las redes sociales estén llenas de vídeos con ellos como principales protagonistas. Estas grabaciones gustan tantísimo que, fácilmente, se convierten en virales. Sin embargo, desde Boehringer Ingelheim, no queremos que esa viralidad vaya más allá de Internet y por eso hemos lanzado la campaña “GatoViral” con el lema ‘¡No dejes que este gato se vuelva viral!’. El fin es concienciar sobre cómo la vacunación de los gatos es la vía más eficaz y sencilla de protegerlos frente a múltiples enfermedades.
Aunque la administración de las vacunas es algo muy sencillo y sin riesgo para el gato, más de un millón no han sido vacunados en el último año. Y un número mayor de felinos, una vez reciben las primeras vacunas de cachorro, no vuelven a recibir las dosis de refuerzo porque existe la falsa creencia de que han quedado inmunizados de por vida.
Conviene, por tanto, llevar al día el calendario de vacunas del gato. Con ello se le puede proteger frente a un gran número de enfermedades infecciosas tan molestas como la rabia, la gripe felina o la clamidiosis. Seguramente las dos primeras te resulten más familiares, por este motivo vamos a explicar en qué consiste la tercera infección, para que conozcas qué síntomas puedes prevenir en tu gato si lo vacunas frente a ella a tiempo.
¿Qué es la Clamidiosis Felina?
Se trata de una infección que afecta a los ojos. Producida por la bacteria Chlamydophila felis, se presenta exclusivamente en gatos y es muy contagiosa entre ellos. Por fortuna, la bacteria no resiste fuera del gato, por lo que el contagio se produce solo por contacto directo entre ellos. Aunque puede afectar a cualquier gato de cualquier edad, los felinos más propensos a ser infectados por esta bacteria son los de menos de un año y, especialmente, si viven en comunidad.¿Cuáles son sus síntomas?
La clamidiosis tiene un periodo de incubación de entre 2 y 5 días y cursa como una conjuntivitis, con secreciones acuosas y enrojecimiento de los ojos. Suele aparecer primero en un solo ojo, pero por regla general se suele traspasar la bacteria al otro rápidamente. Las secreciones iniciales pueden terminar siendo más espesas y, por tanto, más molestas.En algunos casos se puede presentar también mucosidad nasal, aunque es algo bastante excepcional. También puede aparecer algo de fiebre y falta del apetito, lo que se traduce en una reducción significativa del peso del animal.
Diagnóstico y tratamiento
Como existen varias enfermedades felinas, por ejemplo la gripe, que pueden presentar síntomas similares, el veterinario valorará, ante la duda, la toma de una muestra para determinar la presencia de la bacteria.Si se trata de una infección por Chlamydophila, el tratamiento será con antibióticos, suministrados en forma de gotas en los ojos (colirio), en pastillas por vía oral, o bien inyectable. El tratamiento suele durar en torno al mes para garantizar que la bacteria es eliminada por completo.
Mejor prevenir que curar
Una vez que el gato está contagiado, si convive con otros, es necesario mantenerlo en cuarentena puesto que, como dijimos al principio, se contagia por contacto directo con las secreciones. De igual forma, para evitar la propagación de la bacteria, se mantendrán unas medidas de higiene básicas de las zonas por las que el gato transite.Para evitar que el gato pase por una incómoda cuarentena y sufra las molestias oculares propias de esta enfermedad, lo mejor es prevenir el problema con el recurso más sencillo y eficaz: la vacunación. Desde Boehringer Ingelheim lo tenemos claro: ‘¡No dejes que este gato se vuelva viral!’.
Las vacunas son el arma más potente para proteger a los gatos frente a infecciones de lo más variadas. Su administración es sencilla y con ellas se consigue la estimulación del sistema inmunitario del gato, creando una respuesta protectora que se activa cuando el gato se expone al patógeno.
Manteniendo el calendario de vacunas al día, podrás contar con un gato sano y feliz durante muchos años. Encuentra toda la información que necesitas sobre las vacunas en www.gatoviral.es y ayúdanos a difundir el lema de la campaña “GatoViral”, ‘¡No dejes que este gato se vuelva viral’, para que el mayor número de personas conozca cuál es la mejor forma de proteger la salud de sus gatos.