El automóvil es el medio de transporte más común, sencillo y cómodo para viajar con animales. Cuando lo precisa, el animal puede salir, pasear, comer, beber y hacer sus necesidades.
Si no está acostumbrado a ir en coche, es aconsejable hacer recorridos cortos antes de realizar un viaje largo.
Es recomendable que el perro viaje con el estómago vacío, y parar cada dos o tres horas para que beba agua.
En España, la Dirección General de Tráfico no exije que los animales vayan atados, pero sí deben ir colocados adecuadamente para que no dificulten la libertad de movimeintos, el campo de visión ni la atención del conductor.
La forma más segura de desplazarse, tanto para el animal como para el resto de los pasajeros, es que el primero viaje dentro de un transportín. El animal no necesita estar atado y puede moverse dentro del habitáculo. Se recomienda colocar los transportines en el asiento trasero o bien en el maletero si el vehículo es de tipo familiar, para que el aire pueda circular en todo momento.
En el caso de perros grandes, también pueden ir sueltos, separados del resto de los ocupantes por una rejilla o un armazón extensible, pero es menos seguro.
Otra opción es atarlos al cinturón de seguridad, mediante un arnés especial para animales, pero esta opción sólo se recomienda en viajes cortos.
Es recomendable llevar una toalla o una manta que, además de proteger la tapicería del coche, dará un aire familiar al rincón asignado al animal.
Durante el trayecto, debemos impedir que el perro saque la cabeza por la ventanilla, ya que esto puede causarle otitis o conjuntivitis, aparte de que podría entrarle alguna mota de polvo o un insecto en los ojos, oídos o nariz. El exceso de aire frío en los pulmones también puede provocar enfermedades.
Si tienes que dejar el animal en el coche, aparca en la sombra, sobre todo en verano, y deja siempre las ventanillas un poco abiertas, asegurando que la abertura no le permita sacar la cabeza y que no pueda quedar atrapado en ella. Tu animal necesita oxígeno y una buena renovación de aire para respirar bien. Si vas a tardar un rato, calcula cómo variará la zona de sombra durante su ausencia.
Recuerda: durante el viaje...
- Para cada dos o tres horas para que tu mascota pueda estirar las patas, beber y hacer sus necesidades. Antes de abrir la puerta, ponle la correa para impedir que salga corriendo y vaya a parar bajo las ruedas de otro coche.
- No lo lleves nunca en el maletero de un vehículo que no sea de modalidad familiar. Los perros y los gatos suelen padecer claustrofobia y los gases por mala combustión pueden ser letales.
- No lo dejes en el coche, ni aún a la sombra, si vas a tardar en volver. Si la temperatura supera los 30ºC puede sufrir un shock o golpe de calor.
- Ten cuidado con las retenciones de tráfico. Los animales pueden sufrir una insolación e incluso morir por el calor. Si prevés que vas a estar mucho rato parado, para el vehículo y salid los dos a dar una vuelta.
Fuente: Fundación Affinity. Imágenes/Flickr: Diskychick, jespahyoy, jumpyjodes.