Después de nuestra experiencia hace dos años nos quedamos con ganas de volver. Nuestra embajadora Uma nos enseño unas rutas muy chulas para hacer por la isla y nos enamoramos de muchos rincones como Dalt Villa y Santa Eulalia del rio.
Acceso a bares y tiendas con perro
Al igual que ocurre en la península, aun queda mucho que avanzar en cuanto al acceso con perro a los comercios. Aun así, hemos encontrado menos reticencias que en otros sitios y la gente ha sido bastante amable con Lucca y en numerosas ocasiones se han parado a acariciarla.Además, en varios comercios nos han dicho que entremos con ella y en la mayoría de las terrazas nos han sacado agua para ella. Son muy pocos los bares que no dejan estar con ellos en las terrazas.
El clima acompaña y en la época en la que hemos ido (Finales de Septiembre y mitad de octubre) se puede disfrutar comiendo o tomando algo en las terrazas sin pasar demasiado calor ni frío por lo que hemos comido todos los días bastante a gusto acompañados de Lucca y Uma.
Alojamiento con perro
Este es otro cantar. Después de mucho buscar, en nuestro primer viaje nos alojamos en los apartamentos Llobet en la zona de Les Figueretes. El apartamento estaba genial, nos pusieron cama y comederos para Lucca y eran muy cómodos.Teníamos habitación, baño y un salón cocina que nos permitía comer en el apartamento. Además Lucca se podía quedar sin problema en el sola en la habitación, algo que nos ayudó porque nada más llegar se clavó un anzuelo y estuvo un poco rara los primeros días.
Lo malo de esos apartamentos era la zona donde estaban, un poco apartada y con poco atractivo turístico. De todas formas, con los planes que hicimos en nuestro primer viaje sin bebé, nos fue muy bien porque nos íbamos desplazando en coche a las diferentes rutas y había zonas de aparcamiento cercano al alojamiento.
Esta segunda vez buscamos un alojamiento en Santa Eulalia del Rio, que es un pueblo situado a 20 minutos de Ibiza más tranquilo y más cómodo para estar con niños. En esta ocasión nos hemos alojado en el Hotel Azuline Mediterraneo.
El hotel no es tan cómodo como los apartamentos. No cuenta con ascensor, por lo que hemos tenido que subir al niño y el carrito (aunque se lo pueden quedar abajo siempre llevamos bastantes cosas dentro) en brazos.
Además no tiene cocina ni nevera, por lo que hemos traído nuestra nevera de viaje para dejar algo de comida, agua, etc. Y un gran problema es que Lucca no puede quedarse sola en el hotel en ningún momento.
Solemos ir con ella a todas partes, pero esta teniendo molestias en la espalda y queríamos dejarla descansando mientras nosotros salíamos por la zona a pasear y no hemos podido hacerlo.
Lo bueno que tiene es que está situado en el centro del pueblo y podemos ir andando a cualquier parte, incluida la playa de perros de Santa Eulalia que pese a ser pequeña esta muy bien. El hotel no tiene aparcamiento, pero andando unos 10 minutos hay un parking gratuito.
Playas con perro
En las principales playas no se puede acceder con perro, al menos en la temporada de verano, pero podemos buscar alternativas para que nuestros perros se den un chapuzón.En concreto, en Santa Eulalia del Rio encontramos dos playas para perros que no son muy cómodas para humanos pero si para que nuestros peludos se echen unas carreras y se den un baño.
La »Playa des riu» está en el pueblo, tiene un acceso fácil y justo antes de cruzar el puente por el que se accede a la misma tenéis un trocito de playa en la que no pueden acceder pero no suelen decirte nada y puedes bañarte con ella. Nosotros aprovechamos para darnos un chapuzón ahí con Bastian.
En Ibiza ciudad hay una playa junto a »Les Figueretes», anunciada como playa canina, pero os recomiendo que no entréis porque esta muy sucia. Nosotros fuimos nada más llegar a Ibiza en nuestro primer viaje, porque estaba junto a nuestro apartamento, y Lucca se clavó un anzuelo en la pata.
Por suerte no fue nada grave, pero supuso una visita al veterinario, unos días de antibiótico y que no disfrutásemos del viaje al 100%. Además podía haberse complicado si en lugar de atravesar solo piel hubiesen tenido que operarle para quitárselo.
Otra opción para disfrutar de las playas y de la isla con nuestro perro es hacer alguna ruta que discurra por montaña y por calas. A nosotros nos encanta esta opción aunque esta vez con Bastian tan pequeño es algo más difícil. La accesibilidad en Ibiza con perro y bebé a las playas es complicada.
Más adelante os prepararé un post con distintas rutas que hemos hecho en nuestros dos viajes para que podáis ir con vuestro peludo. En algunas de ellas se pasa por playas que en las que los perros no pueden entrar, pero si estás de paso no suelen decir nada.
El transporte hasta Ibiza con perro
Nosotros descartamos el viaje en avión porque Lucca tendría que viajar en bodega, por eso optamos por el ferry. Aún queda mucho que avanzar también en este medio de transporte, pero al menos tenemos más opciones.Ya os contamos anteriormente todos los detalles sobre nuestras travesias en Ferry, pero resumiendo puedo contaros que nuestro primer viaje fue en Transmediterranea desde Barcelona porque puedes acceder a ver a tu peludo en cualquier momento e incluso permanecer con el en la zona habilitada para ello. Además hay cámaras en las jaulas para que puedas verlo en todo momento.
Ese viaje dura unas 8 horas y como Lucca fue bastante tranquila esta vez decicimos viajar en Balearia desde Denia. Esta opción es mucho más rápida, solo 2 horas, pero no puedes acceder a ver a tu perro hasta que estas llegando a puerto.
Además, nos indicaron que podíamos salir en cualquier momento a verla e incluso pasar la travesía con ella en la zona habilitada para animales, pero con Bastian era complicado.
De nuevo Lucca ha ido muy tranquila y cuando fuimos a buscarla estaba tumbada. De todas formas, creo que los buques son suficientemente grandes como para que habilitasen una zona donde viajar con nuestros perros dentro.
En ambos viajes hemos pasado nuestro coche lo que nos resulta muy cómodo para movernos por la isla con Lucca sin necesidad de alquilar un vehículo en el que nos permitan que ella suba.
¿Has viajado a Ibiza con tu peludo? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!