Su origen
Su origen noble hace del gato Siamés el menos vagabundo de los felinos. El pelaje tiene un difuminado oscuro, lo que le da una apariencia misteriosa. El Siamés es un gato muy especial, que evoca lugares exóticos, como los países de donde proceden sus antepasados.
Se han formulado muchas hipótesis sobre los antepasados del gato Siamés, pero aún no se tiene una respuesta definitiva. Lo único cierto es que tiene orígenes orientales. Los ejemplares más antiguos de los que se tiene constancia son los que criaba el rey de Siam (hoy Tailandia). En este lugar los gatos gozaban de tal consideración que su posesión sólo estaba permitida a las personas de la realeza y a los sacerdotes custodios de templos donde estos felinos eran mantenidos como animales sagrados. Después los soberanos regalaron algunos ejemplares a la familia real inglesa, hasta que en 1871 fueron exhibidos por primera vez en la exposición felina de Londres.
Pese a haber sido definidos como "gatos de pesadilla" por los europeos, y a todos los problemas causados por el clima británico y la consanguinidad, el número de siameses fue en aumento y la raza se reconoció en 1936.
El carácter
Las características principales del Siamés son: fuerte "personalidad", carácter activo y alegre, afectuoso y fiel, pero nunca estará sometido. El Siamés es impaciente por naturaleza y quiere saber y obtener todo rápidamente, pues de lo contrario se quejan con mucha teatralidad. Suele instaurar un vínculo de afecto con toda la familia, en la que distingue a todos los miembros, pero muestra una clara preferencia por uno de los familiares, al que dedica incluso demasiadas atenciones.
El amor por su humano es tal que lo sigue a todas partes y lo acompaña, si es necesario, en el auto. Hay ejemplares que si se les acostumbra desde cachorros, aprenden a ir de la correa, lo cual les permite pasear por un buen jardín en donde sacian su curiosidad.
Pelaje
Su pelo es corto, fino, lustroso, compacto y liso. La característica esencial consiste en la coloración oscura de los extremos de las patas, boca, orejas y la cola.
La característica principal del Siamés no es el color en sí, sino el hecho de tener los points (máscara, orejas, los extremos de las patas y cola), de un color más oscuro que el resto del pelaje. Los siameses pueden tener los points de varios colores, y a partir de esta base se reconocen muchas variedades: chocolate, blue, seal y atigrados. El gen que produce el color característico del Siamés y los ojos azules es recesivo y por tanto sólo puede manifestarse si se hereda de ambos progenitores.
Conviene saber que al nacer, presenta un color sólido y las partes más oscuras no se aprecian sino diez días después y se definen pasados unos meses.