Está demostrado hoy día que desde un punto de visto psicológico crecer con una mascota en la vivienda aporta unos beneficios indiscutibles en los niños. Pero no fue hasta los años 80 que se llevaron a cabo estudios empíricos al respecto. Muchos de esos beneficios se han aprovechado después en la psicoterapia infantil, tanto de niños con aislamiento social como en los casos de traumas emocionales. Las mascotas han demostrado ser capaces de crear con los niños una comunicación especial.
Relaciones niños-mascotas
La especial relación que se puede establecer entre un niño y su mascota es muchas veces inexplicable para los adultos. Pero debemos recordar que para los niños, las complicadas relaciones de los adultos, con nuestros códigos de comportamiento, nuestros complejos y problemas emocionales resultan muy difíciles de entender. Sin embargo, un perro le ofrece muchas veces un compañero de juegos que se comunica con él usando el mismo código. En el lenguaje canino no existen los dobles sentidos ni la ironía. Un perro siempre está contento, siempre responde con alegría a las atenciones del niño y es fácil de interpretar. El perro aporta autoestima incluso en aquellos niños retraídos y con problemas de socialización con otros niños porque le da una seguridad que el mundo que le rodea no consigue darle.
Beneficios de tener una mascota
Autoestima: Los niños aprenden a ser queridos sin consideraciones y sin juicios y a ser valorados. Una mascota les aporta seguridad y confianza en si mismos.
Responsabilidad: El tener que cuidar de la mascota crea un sentimiento de utilidad y motivación en los pequeños. Los niños aprenden a tener el cuenta las necesidades de otros seres, no solo las suyas propias, y a ser conscientes de su posición en el mundo. Además, aprenden a ponerse en el lugar del otro y con ello a desarrollar la capacidad de empatía.
Actividad física: Si la mascota es un perro, obligará a una serie de actividades al aire libre. Muchas veces, sacar a pasear al perro separará a los niños de los videojuegos y les obligará a participar en el mundo real disminuyendo el sedentarismo.
Valores: Los niños con mascotas se desarrollan socialmente más felices y equilibrados y aprenden valores como el compañerismo, el respeto y la fidelidad. Estos niños aprenden a quererse y valorarse a si mismos de manera natural.
Salud: Se ha visto en varios estudios que las mascotas disminuyen el riesgo de sufrir alergias y asma. Convivir en casa con perros eleva los niveles de endotoxinas en el ambiente, lo que produce un fortalecimiento del sistema inmune de los pequeños desde edad temprana, disminuyendo las posibilidades de desarrollo de alergias hasta en un 50%.
Leyes de vida: A través de una mascota, los niños aprenden cosas como el parto, la enfermedad, la muerte o la sexualidad muchas veces de una forma más natural a como se enfrentan a estos conceptos en los seres humanos.
Si la mascota familiar es un perro, enseñará a los niños de expresividad, aceptación y lealtad, a disfrutar de las pequeñas cosas y a saber estar solos. Si la mascota familiar es un gato, aprenderá de autonomía e independencia, a decir no y a ser observadores.
No cambiaría nada de mi infancia, y en muchos de mis recuerdos, tanto buenos como malos, está Chopped, nuestro perro, con el que crecí y compartí muchas cosas. Donde quiera que esté, todavía le echo de menos.
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