@bingandwalter
Muchos propietarios no son conscientes de que hay que cubrir ciertas necesidades del perro. Con esto quiero decir, que algunos olvidan muchas veces que el perro es una especie diferente a la nuestra, tendemos a humanizarlo y a tratarlo cada vez como más humano y menos perro. Entonces es cuando el perro empieza a estresarse, porque muchas veces coartamos su naturaleza, ¡y no nos damos cuenta!
¿Tu perro presenta algunas de estas conductas? Lamerse las patas repetidamente como si no se acabaran de limpiar.
Ladridos excesivos, muchas veces, sin justificación.
Agresividad en los paseos con la mayoría de los perros con los que se cruza.
Destrucción de objetos de casa.
Excavaciones y hoyos en el jardín, e incluso en sofás, alfombras o camas.
Persecución de la cola de forma insistente.
Estado de apatía que no cambia aunque le des juguetes.
Alergias alargadas en el tiempo.
Problemas digestivos crónicos.
Estados alterados de la conducta: pasa de ser hiperactivo a estar mustio sin razón aparente. ¿Qué puede llevar a tu perro a vivir de forma estresada?
Demasiadas horas solo en casa. El perro lleva muy mal la soledad ya que es un animal social que vive por naturaleza en manada. Verse solo es una razón de peso para que un perro viva estresado, por tanto, si puedes ponerle solución hazlo cuanto antes. Posibles soluciones: llevar al perro a una guardería canina, llevarlo a casa de un familiar o amigo para que se sienta acompañado, etc.
Escasa actividad física. El perro también es por naturaleza un animal activo. La convivencia con humanos lleva muchas veces al perro a ser sedentario, y el sedentarismo es contra natura. Una de las causas principales de estrés canino es la falta de actividad física. Que tú seas una persona sedentaria o que no tengas tiempo para tu perro no puede mermar en la salud del animal. El perro debe hacer como mínimo una hora de actividad física al día, ya sea paseando, corriendo o jugando en casa. Agotar energía es prioritario.
Falta de tiempo. Tener un perro supone tener tiempo para dedicarle. No hay un animal más amoroso y leal que un perro, y claro, a él también le gusta (más que gustar, lo necesita) sentirse querido. Presta toda la atención que puedas a tu perro. Juega con él, acaríciale, ¡tenlo en cuenta! Aquello que dicen de que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio afecta y mucho a un perro, por tanto, quiérelo tanto como él te quiere a ti. Es fácil despistarse en estas tres pautas que son fundamentales para evitar que nuestro perro viva estresado. Combate esas señales de estrés y permite que tu perro viva feliz a tu lado.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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