Los siguientes síntomas deben ser tenidos en cuenta de forma muy seria por parte del propietario, puesto que puede no ser nada, pero si es algo serio, es fundamental consultar con el veterinario lo antes posible:
Diarrea, orina y vómitos con sangre. Que tu perro tenga diarrea o vómitos un día no pasa nada. Es muy común. Si la diarrea y los vómitos duran más de 24 horas ya es para preocuparse. Sin embargo, si observamos sangre, hay que acudir de inmediato al veterinario para una revisión exhaustiva, ya que podría tratarse de un diagnóstico muy grave que podría incluso costarle la vida.
Falta de apetito. La falta de apetito suele darse de forma normal a lo largo de la vida del perro. Una falta de apetito debido a que algún día no tiene el estómago bien, o está aburrido de la comida, etc. no debe llevar a alarma, ahora bien, si el perro no come durante más de 24 horas y observas que va perdiendo el peso, entonces hay que ponerse serios. Si el perro ha perdido más del 10% de su peso normal, es urgente que visites al veterinario.
Apatía y fatiga extrema. Si observas a tu perro agotado y sin ganas de hacer nada sin responder a estímulos atractivos, como comer, jugar, etc. es fundamental que vayas al veterinario, sobretodo, si tu perro se encuentra en este estado más de 24 horas. El tiempo apremia, por tanto, acude al veterinario lo antes posible.
Tos recurrente. Que tu perro tenga tos en un momento dado es normal. Ahora bien, si la tos es persistente debes acudir al veterinario para una revisión urgente. Un episodio de tos recurrente puede indicar varias causas graves: algún objeto obstruido, una traqueitis, neumonía, tos de las perreras, etc.
Fiebre. La fiebre, al igual que en las personas, es síntoma de una infección. El cuerpo sube la temperatura para combatir los agentes infecciosos, por tanto, no hay duda de que acudir al veterinario lo más urgente posible es fundamental.
Problemas al respirar. Es uno de los síntomas en los que antes debes actuar. En cuanto observes que tu perro tiene problemas al respirar, no dudes en acudir al veterinario con urgencia, puesto que puede ir a peor y complicarse hacia una insuficiencia cardíaca.
Ojos rojos. Observa la parte blanca del ojo de tu perro. Debe estar blanca. Si estuviera roja podría tratarse de un infección o de la manifestación de alguna enfermedad más grave.
Desmayo. Que un perro se desmaye no es buena señal y requiere acudir inmediatamente al veterinario. Incluso si se desmaya y se recupera rápido y vuelve a la normalidad, siempre se debe acudir a consulta puesto que un desmayo puede ser la manifestación de una enfermedad grave del sistema respiratorio, del sistema nervioso, músculo – esquelético o circulatorio.
Caminar sin sentido. Si observas a tu perro caminar de una lado a otro zigzagueando, agitado y sin poder dejar de andar es obvio que hay algo que le molesta. Sin embargo, si esto va acompañado de una hinchazón de su panza y ganas de vomitar sin éxito, estaríamos ante un problema de torsión gástrica, y aquí los minutos corren en su contra. Cuanto antes acudas al veterinario, más posibilidades de supervivencia hay.
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Como ves, hay numerosos síntomas que podríamos ignorar quitándole importancia y que, sin embargo, podrían costarle la vida a tu perro. Ante cualquier duda, llama aunque sea telefónicamente a tu veterinario para explicarle los síntomas que padece tu perro, y si tienes la seguridad de que, evidentemente, algo no anda bien, lleva a tu perro al veterinario porque el tiempo, en estos casos, es primordial.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
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