¿Algo va mal en el adiestramiento de tu perro/a y no sabes qué es? En este artículo te voy a hablar de los 5 errores más comunes que se suelen cometer en el adiestramiento de nuestros perros/as y cómo podemos evitarlos.
Sabemos que adiestrar a un perro puede ser una tarea desafiante, pero con paciencia, constancia y una forma adecuada, podemos conseguir grandes avances. Sin embargo, muchas personas cometen algunos errores que pueden dificultar el proceso de adiestramiento y, en algunos casos, incluso hacer que se asocie con algo negativo. Hoy me centro en la forma, más allá de la parte puramente comportamental. ¿Preparada/o para dar un salto en los entrenamientos, con 5 sencillos pasos?
Entrenar con objetos que cuelgan
Uno de los errores más comunes en el adiestramiento canino es entrenar a tu perro/a con objetos que cuelgan, como bolsas, bolsos, riñoneras o bufandas. Para una perra o un perro esto es tremendamente incómodo.Por un lado, esto puede fomentar distracciones y dificultar su capacidad de concentración. Es importante que durante el entrenamiento tu perro se centre en lo que está haciendo y no en lo que hay a su alrededor. Ten en cuenta también que si su concentración es máxima, puede que cualquier movimiento le incite a realizar una acción, si aún no tiene los ejercicios bajo control de estímulos o asociados a una señal clara.
Para evitarlo, asegúrate de que tu vestimenta sea la adecuada, sin prendas extra y libre de distracciones. Todo lo que no necesites para entrenar, ¡sobra!
Dar por finalizado el adiestramiento sin avisar
Otro error común es dar por finalizado el adiestramiento sin avisar a tu perro/a. Es importante que sepa cuándo ha terminado el entrenamiento para que pueda relajarse y seguir con sus rutinas diarias. Si no le das una señal clara de que ha terminado, es posible que siga esperando y buscando la forma de entender lo que le pides, lo que hará que se sienta frustrado e incluso ansioso.Además, si finalmente deja de prestarte atención sin habérselo pedido expresamente, aprenderá a cortar los ejercicios y sesiones de adiestramiento caninas cuando quiera… ¡y no quieres que eso pase!
Busca una señal clara de finalización del entrenamiento, como una palabra específica o un gesto concreto. Muchas veces quitarse la riñonera de trabajo, guardar la comida o jugar con ella/él, es una buena señal de fin. Asegúrate de que sea consciente del significado de la señal y no vuelvas a trabajar hasta otro momento posterior, si quieres que gane el valor que quieres que tenga.
Pedir ejercicios sin ser consiente de que ya no tenemos refuerzos
Un error muy típico es pedir ejercicios sin ser consciente de que ya no tenemos refuerzos para darle. Nos metemos tanto en el entrenamiento que cuando vamos a buscar un trocito de comida para reforzar un comportamiento, ¡no lo encontramos! Si tienes tablas en esto de entrenar, enseguida se te ocurrirán un montón de refuerzos diferentes, como jugar cuerpo a cuerpo, tirarle algo para que vaya a por ello, o incluso salir corriendo para que te persiga, mientras te acercas a alguna fuente de comida.Si tu experiencia es más limitada, es posible que te quedes en blanco y dejes escapar la oportunidad de confirmar que tu perra/o ¡lo había hecho genial! Eso traerá frustración e incluso confusión a tu peludo.
Así que cuenta siempre bien la cantidad de refuerzos que tienes, para no quedarte a medio camino. ¡Y no sigas entrenando si no lo tienes claro!
Adiestrar a tu perro con otros animales alrededor
Empezamos a entrenar y no nos damos cuenta de que hay otros bichillos que requieren de nuestra atención. Esto hace que nos desconcentremos, nuestro compi canino/a se desconcentre, otros animales vengan pidiendo su parte del pastel y al final estemos más tiempo quitando a los otros del medio que adiestrando de manera efectiva.Deberíamos tomarnos el entrenamiento con perros (u otros animales) como un momento zen, de pura conexión, de concentración máxima, compartiendo un tiempo y un espacio que son únicos. Ese compromiso en el entrenamiento animal debe ser pleno. Aquí, ahora y compartiendo con otro ser. ¡Hasta se me ponen los pelos de punta! Toda distracción debe ser introducida solo si es relevante para nuestro objetivo de trabajo.
Adiestrar a varios perros a la vez es maravilloso, una experiencia enriquecedora, pero es completamente diferente al error que os comento aquí. Éste es básicamente tener animales no controlados en nuestra zona de entrenamiento. A la hora de empezar el adiestramiento, pulcritud y conciencia plena de lo que hacemos
Comenzar el entrenamiento sin tener claro qué trabajar
Si aún no te identificabas con ninguno de los errores comunes que he comentado antes, puede que éste sí sea el tuyo. ¡Tan común que abruma! Y es que no me canso de repetir tanto en formaciones profesionales como a particulares, que es importante que tengas un plan de entrenamiento antes de comenzar. Y no solo a nivel general de cómo quieres que sea el comportamiento final del perro, sino de cada uno de los ensayos y cada repetición que realizas de un ejercicio.Si no lo haces, estás agotando la atención de tu perra (¡y a veces su paciencia!), con cada duda, estás frustrando a un perro que tiene poco entrenamiento o pocos tiempos de espera. Además, estás cargando el propio entrenamiento de ansiedad, cuando el fin es realmente todo lo contrario.
Como buena práctica, establece un plan de entrenamiento con objetivos claros y realistas. Asegúrate de que cada objetivo se divide en criterios o pasos intermedios alcanzables para tu perro (¡y para ti!) y si tienes dudas, para, piensa, modifica, y vuelve a entrenar. A cualquiera de nuestros educadores caninos de Sentido Animal en nuestros cursos online o presenciales, nos encantará echarte una mano.