Luke es uno de esos casos, sigue bajando los valores de leishmania y disfruta de una vida feliz junto a Pedro.
Pero que te cuenten ellos más a fondo…
NOS PRESENTAMOS
Luke es un Galgo atípico, no es rescatado en el sentido literal de la palabra, quién crió su camada lo descartó para la caza nada más nacer aunque tuvo la decencia de mantenerlo con su madre y hermanos hasta los 3 meses y medio. Y así llegó a nuestra familia, con casi 4 meses, criado por su madre, sin miedos, sin maltratos y con una salud perfecta. Ahora tiene casi 6 años. Es un Galgo grande -76cm a la cruz- y pesa 34 Kg, pero esto no ha sido siempre así
POSITIVO A LEISHMANIA, ¿Y AHORA QUE?
Cuando tenía 2 años y medio, y aun estando vacunado contra la Leishmania, le hicimos el test y resultó positivo. Los primeros síntomas fueron una pérdida gradual de pelo en las patas, también perdió mucho pelo alrededor de los ojos, en fin, lo habitual en esta enfermedad.
El primer análisis de Leishmania nos dejó conmocionados: Título 1.200 y ratio altísimo, empezamos su tratamiento con antimoniales (Glucantime) y tras el análisis posterior Luke seguía teniendo los mismos valores En aquellos momentos creíamos que lo íbamos a perder, pero seguimos luchando durante 2 años contra su enfermedad, tras 4 ciclos de antimoniales solo conseguimos bajar los valores a la mitad; no había avances sobre los valores de Leishmania pero Luke parecía no empeorar.
Ahora nos enfrentábamos a un escenario adicional, el Alopurinol (que se suministra en esta enfermedad) estaba empezando a causar daño en sus riñones e hígado, Luke llegó a beber 6 litros de agua diarios en aquella época.
CAMBIO A DIETA NATURAL Y SUPLEMENTACIÓN ESPECÍFICA
Desesperados contactamos con una nutricionista (Verónica) para intentar evitar, en la medida de lo posible, el daño renal. Tras elaborar con ella una dieta específica para Luke, comenzamos el cambio de alimentación por PIENSO a dieta BARF personalizada para su estado. El cambio que Luke tuvo a partir de esa dieta fue increíble, recuperó sus riñones, mejoró mucho su analítica hepática y de sangre, volvió a recuperar su carácter de cachorro eterno. Sus valores de Leishmania han vuelto a reducirse a la mitad y sobre todo el ratio ha mejorado mucho.
Básicamente la adaptación de una dieta Barf normal a una de tratamiento de Leishmania se trata de reducir al mínimo las Purinas (presentes en carnes rojas, pescado azul y vísceras) y contener el porcentaje de proteína que se le da. Pero no queremos desde aquí dar ninguna fórmula ni receta, ya que cada caso es diferente, eso tiene que hacerlo un nutricionista experto.
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