Nos presentamos
Hola! Mi nombre es Moon, soy un Bullterrier Miniatura, tengo un año y siete meses y llevo 3 meses con dieta natural. Mi historia es la de cómo mi humana se gastó dinerales en diferentes marcas de pienso que le recomendaban para mis problemas, y como ninguno valía para nada.
Desde que me vine con mi familia nunca hice bien las cacas; siendo sinceros y directos, tenía diarreas casi todas las semanas y era muy mal comedor.
De primeras comía un pienso de una marca veterinaria con el que me entregaron porque era lo que comían mis padres. Tras haber comprado un saco de 12Kg que nunca llegó a abrirse, buscamos otras opciones, ya que con lo que nos habían dado en un saco pequeño, no mejoraba las cacas. Me regalaron otro, para cachorros de otra conocida marca veterinaria; lo comía, pero era 5 días bien y 2 mal, y siempre el mismo ciclo.
Probé otras marcas; esas marcas nuevas con una buena composición, pero que tampoco hacían que me pusiera bien. Nuestro vete nos recomendaba lo que él consideraba que eran los mejores piensos para casos de alergias, porque consideraba que tenía alergia a algún alimento y pasé mucho tiempo con dos piensos, combinado con sobres para las diarreas y cierta medicación.
La composición del primero era la siguiente:
Patata, harina de pescado, grasa animal, pulpa de remolacha deshidratada(3,9%), proteínas hidrolizadas de pescado, etc
Podía tirar un par de semanas “bien”, pero acabé por no comerlo tampoco. El siguiente era un pienso innovador con un sistema de microcápsulas que prometía corregir esos “problemas” digestivos:
Harina de pescado (23%), guisante entero, arroz 16%, grasa de pollo, almidón de guisante, pulpa de remolacha, levadura de cerveza, aceite de pescado, sustancias minerales, levadura deshidratada,etc.
Para que me entendáis, me daban la cena antes de acostarme, pienso combinado con comida húmeda de una buena composición para contrarrestar un poco Podía despertarme por la mañana y no había tocado el cuenco. El problema ya pasaba de tener problemas estomacales/intestinales a rechazar la comida que me provocaba esos problemas.
Y por si no era suficiente, empezamos con las alergias.
En abril, cuando aún no tenía un año, comenzaron los problemas de reacciones alérgicas. Desde ese mes hasta agosto, me pincharon corticosteroides en unas 6/8 reacciones alérgicas; teniendo en cuenta que a veces en el mismo episodio tenían que repetir inyección si queréis podéis buscar los efectos de dicha sustancia, así no me alargo yo. Pero tela!
Era necesario y vital buscar la razón de estos problemas. Llevaba tiempo explicándole al vete que haría lo que hiciera falta, a pesar de que él me comentaba lo caro que sería hacer pruebas de alergia. Pero necesitaba saber qué pasaba y como arreglarlo. Y eso hicimos, invertir en descubrir porqué para mi humana pasar una semana entera sin ir al veterinario, era todo un logro.
Si no era la piel irritada y con calvas, eran inflamaciones. Se hicieron pruebas de alergia alimentaria y ambiental, porque las últimas reacciones habían sido en la piel, así que sospechaban que debía tener alergias dentro de esos dos paneles. ¿El resultado? Aquí os lo dejo. Para considerar que hay una ALERGIA REAL, los niveles tienen que estar por encima de 150.
Tenía unos valores altos en la ternera y la leche, por debajo de 150. Pero el problema eran los resultados de un alérgeno contra el que combatir, es más difícil que “retirar un alimento”. Los dos últimos, son ácaros de almacenamiento; cualquier cosa que tengáis almacenada en un cubo, o en un táper o en un saco que abrís y cerráis, SI, tiene ácaros. Si algo a lo que tienes tanta alergia te lo comes por millones, pues supone un problema grande.
Antes de saber estos resultados mi humana ya se estaba informando sobre la alimentación natural. Es más, quería saber a qué tenía alergia para poder no dármelo y listo. Al saber esto ya no tenía más dudas sobre el cambio que tenía que hacer. La conversación con el vete fue “Bueno voy a cambiar a Barf // Eso que es lo que viene congelado?? // Sí // Pues es tu mejor opción. “Y ser, era una opción; pero para mi y mi humana fue una salvación.
Conocimos a Verónica…
Nos pusimos en contacto con Verónica, con confianza ciega y optó por una dieta de descarte; empezar por algo simple e ir añadiendo poco a poco viendo la respuesta a esos alimentos. El 25 de septiembre empezamos y mi humana descubrió lo que era la felicidad de verme comer disfrutando de los que había en mi comedero. Vamos poco a poco y con paso firme. El 1 de Noviembre dejamos los antihistamínicos que tomaba a diario. Desde que cambió mi alimentación no he vuelto a tener problemas de diarrea y las reacciones en la piel son mínimas y más bien causadas por lo imposible que resulta eliminar todos los ácaros en casa, en el coche, en sus camas.
Ojalá haber empezado desde pequeño ya con esto. Mi dieta no es comercial, al necesitar ir alimento a alimento, me la hacen en casa. ¿Que lleva tiempo? ¡Si! ¿Qué necesitas espacio en el congelador? ¡Si!. Yo os digo que no hay ningún contra que les eche para atrás de las decisiones tomadas. De la felicidad de estar sano TODOS LOS DÍAS. De no levantarse y decir “a ver que tiene hoy” o mirarle y decir “ no te parece que está inflamado?”. El alivio de saber que lo normal, es estar bien.
GRACIAS A LA DIETA BARF; PERO INFINITÍSIMAS GRACIAS A VERÓNICA, POR SALVARNOS.
The post appeared first on Naturzoo.