Una gastritis y colitis linfoplasmocitaria es una enfermedad grave, crónificable y cuyo tratamiento convencional se trata en parches con piensos específicos que solo agravan el problema y medicación de por vida.
Hoy vamos a ver lo que una dieta natural adaptada puede hacer en estos casos.
Nos presentamos
Yoru tiene ahora cuatro años, desde que lo adoptamos con un mes de vida, ha tenido problemas digestivos y de piel, padece atopía y alergias ambientales.
Empezó con problemas de piel al año, se rascaba continuamente y se hacía heridas que eran muy difíciles de curar porque no paraba de rascarse.
Lo empezaron a tratar con corticoides y mejoraba un poco, aunque no del todo.
Le hicieron pruebas de alergia ambientales y dio positivo a ácaros y a algunas plantas, por lo que sus paseos tenían que ser por ciudad y evitando jardines. Su veterinario le recomendó un pienso sin cereales a base de salmón para mejorar la piel, pero tampoco lo quería y pasaba días sin comer y vomitando de estar tanto tiempo en ayunas. Al final le mezclábamos el pienso con algo de embutido, atún o paté, pero él, muy habilidosamente, apartaba el pienso y se comía el resto.
Más problemas a la vista
A los tres años empezó con deposiciones líquidas y sanguinolentas diarias, por lo que su veterinario le recomendó pasar a un pienso especial para reducir las alergias alimentarias y problemas digestivos,el pienso estaba hecho con proteína animal hidrolizada, pero igualmente no se lo comia, por lo que seguíamos con los vómitos en ayunas y sin mejoría alguna.
En vista de que Yoru iba cada vez a peor le hicieron pruebas: ecografía, endoscopia y gastroscopia digestiva alta y baja.
El diagnóstico que me dieron fue gastritis y colitis linfoplasmocitica crónicas.
El tratamiento para esto eran corticoides de por vida y antibióticos durante un largo periodo de tiempo y cada vez que tuviera una crisis con más heces sanguinolentas.
Pasó un mes con antibioticos y corticoides y las diarreas no remitían, e incluso había días que se hacía sus necesidades encima a causa de los corticoides.
Yoru no mejoraba y lo único que estábamos haciendo con la medicación era acortar su vida. Entonces me plantee buscar alternativas ya que no tenia nada que perder y si mucho que ganar.
Entonces encontré a Verónica.
¡Listos y a por el cambio!
La verdad es que desde el principio yo tenia mucha esperanza, como mínimo iba a mejorar su calidad de vida .
Verónica me sugirió ir introduciendo alimentos de uno en uno y muy poco a poco. He de decir que Yoru es un poco especial y la carne cruda y huesos no le gustan, pero Verónica ha ido adaptando el menú a sus gustos e introduciendo suplementos para evitar carencias por no tomar ciertos nutrientes.
Los cambios los empezamos a ver a los pocos días, las heces liquidas y la sangre desaparecieron, hacia años que Yoru no hacía una deposición sin sangre y consistente. La hora de la comida par él es una fiesta, come con alegría, que para mí es fundamental.
Su pelo ha mejorado de una forma brutal, tiene brillo y su caída es la normal en cada época.
Para mí, Verónica es lo mejor que le ha podido pasar a Yoru y a mí, no sólo ha mejorado la calidad de su vida, si no que ha aumentado su esperanza de vida eliminando medicamentos que no mejoraban su estado.
Sólo puedo dar las gracias a Verónica por haber aparecido en nuestras vidas, Yoru es feliz!!!
Gracias Verónica por aparecer en nuestras vidas.
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