Chinchilla como mascota: cuidados, características y comportamiento

Contar en casa con una chinchilla como mascota es algo que debes valorar profundamente para saber si, realmente, es la opción más adecuada según tus necesidades, obligaciones o preferencias, entre otras cuestiones.

En este post, te vamos a hablar de los cuidados, las características y el comportamiento de la chinchilla como mascota para que decidas con total criterio si es lo que realmente necesitas.

Cómo es una chinchilla

La chinchilla es una variedad de los roedores que proviene de los Andes, concretamente de las zonas montañosas de Perú, Chile y Bolivia.

La chinchilla que hoy conocemos en el ámbito doméstico es un cruce entre dos especies salvajes conocidas como chinchilla de cola larga y chinchilla de cola corta. No obstante, las chinchillas que sirven para mascota no tienen nada que ver con la actitud de los ejemplares silvestres.

Se cree que el origen de estos animales en el círculo doméstico se dio con un minero chileno que quiso darle utilidad en la industria de las pieles y, a la vez, tener un animal de compañía en casa.

En la actualidad, gracias a la legislación vigente, se ha conseguido controlar la caza indiscriminada de esta especie para así evitar su uso en el sector peletero.

Una de las características más destacadas de las chinchillas es que la hembra es más grande que el macho, ya que miden unos 36 cm con cola incluida.

La chinchilla de mascota suele tener un color gris en el pelaje, aunque también podemos encontrar variedades con tonos marrón, blanco o beige, entre otros colores.

La chinchilla, incluso, ha desplazado al hámster en la categoría de roedores domésticos gracias a su personalidad aunque siempre se sugiere que se adopte en pareja para tener compañía en los momentos en que no haya nadie en casa.

Esperanza de vida de la chinchilla como mascota

Si te preguntas cuánto vive una chinchilla de mascota, lo cierto es que pueden vivir en el entorno doméstico entre 14 y 22 años, aunque también hay constancia de ejemplares que han alcanzado los 27-28 años de edad.

Es conveniente tener presente también que las especies domésticas viven mucho más que las variedades silvestres o salvajes, ya que estas se encuentran en constante peligro de extinción por la mencionada caza descontrolada para aprovecharse de su pelaje para la industria peletera.

Cuidados de la chinchilla

Si quieres conocer los cuidados de la chinchilla de mascota, en las siguientes líneas te explicamos el modo de cuidar con total garantía a las chinchillas en caso de acudir a ellas como animal de compañía.

Una de las principales medidas antes de adoptar un ejemplar es atender a la arena más adecuada para ella.

Ten en cuenta que las chinchillas no pueden sumergirse en el agua para asearlas, puesto que tienden a enfermar por lo delicado de su pelaje. De hecho, los ejemplares silvestres se valen del polvillo volcánico de su hábitat natural. En el caso de las chinchillas domésticas, se puede hacer uso de una arena especial para cumplir con este cometido. Esta arena es especial para el aseo de las chinchillas, ya que contiene elementos minerales y arcillosos. 

Las chinchillas, de forma instintiva, se revuelcan en la arena para garantizar su aseo y disfrutar de un pelaje sedoso y con menos proporción de humedad y grasa.

Sólo en el caso de que el entorno sea demasiado cálido de manera puntual, puedes humedecer un paño para refrescar su cuerpo.

En cuanto al hogar de la chinchilla, una jaula con suficiente espacio es lo mejor para alojar al animal en el ámbito doméstico, colocando siempre un comedero y bebedero para su sustento alimenticio.

El sustrato es otro de los recursos indispensables para el mantenimiento de las chinchillas, ya que absorbe la orina de su lugar de descanso.

Otro accesorio importante en el mantenimiento de las chinchillas domésticas es la ruleta, que, como en el caso de los hámsters, ayuda a su ejercitación y entrenamiento.

Es conveniente reforzar todos los recursos elaborados con madera, puesto que suelen ejercitar su dentadura y su mandíbula mordiendo todo aquello cuyo material sea este, por lo que sería mejor colocar refuerzos metálicos.

Por otro lado, conviene recordar que las chinchillas, al igual que el resto de roedores, son una mascota muy sencilla de cuidar, por los requisitos tan simples que se necesitan en comparación con otros animales de compañía.

Alimentación de las chinchillas de mascotas

Los alimentos de chinchillas son muy variados, aunque la base de su sustento puede establecerse con alfalfa y heno, complementado con complejos vitamínicos, piedras de calcio, snacks de frutas, de verduras o de barritas que completarán el mantenimiento de estos animales.

Comportamiento de la chinchilla

Las chinchillas siempre han arrastrado una injusta fama de mordedoras, pero lo cierto es que no suelen hacerlo, a no ser que lo hagan como mecanismo de comunicación o expresión de alguna necesidad.

Uno de los inconvenientes de contar con una chinchilla de mascota es que, cuando se encuentra en solitario, muestra una actitud despegada o solitaria, por lo que, como hemos dicho, es más conveniente que le busques una compañía.

Una vez se acostumbra a nuestra compañía, la chinchilla de mascota muestra una actitud cercana y pacífica, por lo que se puede manipular con relativa tranquilidad cuando se observe tranquila.

Se trata de una especie muy noble pero que requiere de las máximas atenciones y los cuidados de su entorno.

Por ello, si tienes pensado adoptar una chinchilla de mascota, tienes que recopilar los diferentes elementos necesarios para su sustento.

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