En muchas ocasiones los dueños de los perros se sienten impotentes y deciden dejar la educación de su mascota, en manos de un adiestrador. Una de las grandes causas, es esa falta de obediencia y de hiperactividad que padece el animal. Esto tiene como causa la falta de reglas claras y entendibles, los límites y castigos necesarios para que este sepa cuál es el comportamiento que debe de tener para con su amo y los demás miembros de la familia.
Los cambios vienen desde casa
Para poder cambiar la situación no solo basta con mandar a nuestro perro a un entrenador, sino que toda la casa debe de cambiar su actitud, deben de observarlo bien, marcarle los errores, dejar de jugar con él cuando esté haya cometido algo que no debe, como también el estar ahí cuando veamos un positivo aprendizaje, para así premiarlo.Este debe saber que tiene superiores a quien debe obedecer y respetar, debemos de ponernos en una actitud que sea tomada como tal por este, y esta se logra entendiendo la psiquis de nuestro perro. Partiendo de esta teoría, es necesario siempre saber que le gusta, como se comporta en diferentes ocasiones, además conocer sus lugares favoritos en la casa y sus juguetes favoritos.
El cambiar o amoldar el comportamiento del animal tiene que ver con la educación, con limites y horarios, en perro es un animal de costumbre, por eso se le debe repetir la acción varias veces para que este la realice correctamente. Debe alimentarse, salir a pasear y demás cosas todos los días a la misma hora, debe tener un espacio determinado donde hacer sus necesidades, como también para jugar libremente.
Datos básicos que no se deben pasar por alto
Es importante marcar quien es el amo y líder de la manada en la casa, debido a que este tiene que tener a alguien a quien respetar y prestar atención. Si esto no sucediera podríamos tener un perro que nos tenga entre las espada y la pared, muchas veces presentando una personalidad manipuladora y sobre todo a través de señales violentas como gruñir y morder, por ejemplo sino le dejamos subirse al sillón que nos gruña o si lo queremos sacar la misma actitud, etc.Si dejamos que este haga lo que quiera, ellos pasarían a ser los dueños de casa no tú y por consiguiente comienzan los problemas de conducta canina que todos odiamos. En este tipo de caso, es preferible siempre jugar con ellos y mantenerlos con una buena actitud, demostrando de esta forma que puede primeramente ganarte su confianza y segundo el que pueda ser mas dócil a la hora de comenzar los entrenamientos.