Si nos encontramos con un gatito recién nacido, abandonado o nuestra gatita ha parido, tendremos que tener especial cuidado durante los primeros días de vida y saber que necesitarán muestra atención a todas horas.
Lo ideal es que los gatitos estén con su madre los dos primeros meses, ya que las tres primeras semanas deberían de mamar o tomar el biberón. Si por el contrario, no tiene a la madre tendremos que ponerlo en un lugar cálido, por ejemplo, podemos tenerlos en brazos simulando la temperatura corporal de la madre. Los gatitos recién nacidos no pueden regular su temperatura.
Lo primero que hay que hacer es prepararles un espacio limpio donde puedan estar, puesto que, durante el período neonatal los gatitos son muy tranquilos y pasan el 90% del tiempo durmiendo y el resto lo dedican a comer.
Es muy importante que estimulemos su vejiga e intestinos con pequeños masajes para que puedan orinar y defecar varias veces al día. En el caso de que se criara con la madre, ésta se encargará de hacerlo pasando su lengua por su aparato genital.
Notaremos que el gatito maúlla mucho y esto puede ser por dos razones: que no reciba calor y sienta que está solo, o que tenga hambre y no encuentre a la madre. Cuando ocurra esto acércale a ti, que sienta tu calor.
A la hora de dormir te proponemos que pongas en práctica un pequeño truco, que es colocar un reloj con segundero cerca de su camita. El ruido de éste recuerda al latido del corazón de la madre y le ayudará a relajarse.
¿Conoces algún truco para cuidar mejor a tus gatitos? ¡Cuéntanoslo!