Adoramos a nuestros/as peludos/as. Les proporcionamos comida, cobijo, una camita, paseos todo lo que puedan necesitar para cubrir sus necesidades. Y ellos nos lo agradecen, seguro. Pero hay un inconveniente. Elegimos qué comida y cuándo la ponemos a su disposición. La hora y recorrido del paseo y el vecindario donde viven, el tipo de cama y el lugar donde la ponemos recortando su capacidad de elección en muchos aspectos de su vida.
Podemos intentar adaptarnos a ellos en varias de estas cosas (por ejemplo, el lugar de la casa donde prefieren dormir), y desgraciadamente, en otras no (los horarios de paseo, el entorno donde viven).
Nuestra perspectiva como educadores caninos siempre es intentar que el perro controle/elija/gestione por sí mismo el mayor número de aspecto de su vida: la capacidad de elección y gestión les hace más felices y mejora su habilidad para resolver problemas, tanto cognitivos como sociales (exactamente igual que nosotras).
¿Qué tiene esto que ver con hacer pis y caca?
Mientras que estas tareas son un momento de intimidad para nosotros, y un asunto ligeramente tabú en nuestra sociedad (no es un tema de conversación muy habitual, ¿verdad?), para los perros y las perras es justo todo lo contrario: un comportamiento social.Ya sabemos que nuestras perras perciben el mundo a través de sus narices, su principal sentido es el olfato. Y que se saludan y conocen entre ellos oliéndose (de cerca o de lejos). Así que podemos entender la importancia de ir haciendo pis (y caca) en sitios estratégicos donde dejar mensajes para el resto del mundo.
Cada vez que hacen pis en un sitio están dejando una carta, un currículum, un expediente médico, un e-mail, al resto de peludos del barrio: he pasado por aquí, estoy sano, soy un macho, suelo pasar por aquí a esta hora Y para los perros que ya me conocen: “que sepas que he olido tu pis, aquí te dejo el mío para que sepas que recibí tu mensaje y que yo estoy bien también”.
De hecho hay tanta información en la orina que si os fijáis, muchos perros cuando se conocen, lo primero que hacen es ir a hacer pis para que el otro pueda olerlo y sacar la información más fácilmente.
Y no solo se dirigen a otros/as perros/as. Es realmente curioso ver a nuestro Kimi mear enfrente del bar donde siempre le dan una chuche cada vez que lo encuentra cerrado: “chicas, he pasado por aquí pero no estabais, que lo sepáis,”. Si el bar está abierto y saluda a sus amigas (chuche incluída), nunca hace pis.
La eliminación no es un mero proceso fisiológico para ellos, es un importantísimo comportamiento social. Impedir que puedan desarrollar este comportamiento es casi tan grave como impedir que se relacionen con otras perras en interacciones directas. Hacer pis en el sitio correcto es como poner un tweet, escribir en el muro de facebook, poner un comentario en un grupo de whatsapp que ya leerá cada uno en su momento.
Por eso es importante para un perro que tiene jardín o finca salir a hacer sus cosas fuera, no es suficiente ese espacio para aliviar sus necesidades sociales, solo las fisiológicas.
Por eso hay que pasear al ritmo de la nariz y la vejiga de nuestros peludos, que elijan la ruta en la medida de lo posible y que hagan pis donde consideren necesario (siempre que sea posible, no vayamos a dejarla hacer pis en la puerta de entrada al edificio). Es realmente importante para ellos/as. No les metas prisa, no tires de la correa porque se para y tú vas mirando el móvil, no te molestes porque aquél arbusto es EL ARBUSTO y hay que llegar allí a toda costa.
Es una faceta básica para el desarrollo social de nuestra peluda, y, ¡ojo!, no desempeñar esta faceta social puede ser motivo de un aumento en el estrés del perro que saldrá a la luz en algún otro comportamiento.
The post appeared first on Sentido Animal.