Si la insulina es deficiente, los niveles de glucosa en la sangre aumentarán y el cuerpo no podrá utilizar la glucosa de manera eficiente como fuente de energía, sino que dependerá de otras fuentes, como la descomposición de las grasas.
La diabetes es uno de los trastornos endocrinos (hormonales) más comunes de los gatos, pero en la mayoría de los casos puede diagnosticarse y manejarse con éxito, aunque las opciones de manejo pueden ser bastante complejas y el tratamiento debe adaptarse a cada gato.
Tipos de diabetes en los gatos
La diabetes más frecuente en los gatos es muy similar a la diabetes tipo II en los seres humanos.
Esencialmente, hay tres clasificaciones diferentes de diabetes mellitus:
La diabetes mellitus tipo I: es dependiente de la insulina, lo que supone que el páncreas del gato enfermo ya no puede producir cantidades adecuadas de insulina, hay una respuesta tardía para secretarla o los tejidos del cuerpo del gato son relativamente resistentes a la insulina
La diabetes mellitus tipo II: no es dependiente de la insulina y ocurre cuando el cuerpo no puede utilizar la insulina que se produce de manera eficiente. En estos casos, el páncreas todavía puede producir insulina.
La diabetes mellitus tipo III implica interferencia de insulina por ciertas enfermedades, afecciones y / o medicamentos. Los ejemplos incluyen hiperadrenocorticismo (enfermedad de Cushing), acromegalia, diabetes gestacional etc… Causas de la diabetes mellitus felina
La diabetes mellitus en gatos puede ser causada por amiloidosis, pancreatitis o por ciertos medicamentos. La amiloidosis es una enfermedad en la cual la amiloide, una proteína similar a la del almidón, se deposita en el páncreas y, a veces, en otros tejidos corporales. La pancreatitis es una inflamación del páncreas. Los medicamentos que pueden causar diabetes incluyen: corticosteroides, acetato de megestrol.
La obesidad también es un factor importante en el desarrollo de la diabetes mellitus en gatos.
Síntomas de la diabetes mellitus en gatos
La diabetes es principalmente una enfermedad de gatos de mediana edad y mayores, y es más común en gatos machos que en hembras. La enfermedad también es más común en gatos castrados y gatos con sobrepeso.
Los signos más comunes observados en los gatos diabéticos son: Aumento de la micción y un mayor volumen de orina.
Aumento de la sed (polidipsia), para compensar el agua que se pierde a través del aumento de la producción de orina.
Pérdida de peso.
Aumento del apetito (polifagia), esto no siempre está presente en todos los gatos.
Aumento del hígado (hepatomegalia), que puede ser evidente en el examen realizado por su veterinario.
Manto de pelo descuidado.
Debilidad, especialmente en las patas traseras.
En algunos casos puede aparecer una cistitis bacteriana secundaria. Diagnóstico de la diabetes felina
Las pruebas para confirmar un diagnóstico, generalmente se hace en forma de exámenes de sangre y orina:
El análisis de una muestra de orina revelará la presencia de glucosa. Las cetonas también pueden estar presentes en la orina.
Un análisis de sangre debe mostrar la presencia de una alta concentración de glucosa. Aunque la presencia de hiperglucemia (un alto nivel de glucosa en la sangre) y glicosuria (glucosa en la orina) son casos típicos de la diabetes, estos cambios también pueden ocurrir en algunos gatos simplemente como resultado del estrés. Si hay dudas sobre el diagnóstico, es posible que el veterinario quiera esperar un poco y repetir las pruebas, o hacer algunas investigaciones adicionales como las pruebas de fructosamina o hemoglobina glicosilada.
Tratamiento de la diabetes en gatos
La diabetes mellitus es generalmente una condición tratable, pero no es una enfermedad simple de manejar y requiere dedicación y compromiso por parte de los propietarios.
Cuatro son los remedios que se deben tener en cuenta:
Manejo de factores que predispongan a la diabetes
Inicialmente, es importante identificar cualquier factor de predisposición o complicación, por ejemplo, si se administran medicamentos que pueden estar causando la diabetes, estos deben retirarse de forma gradual.
Manejo nutricional del gato diabético
Hay dos consideraciones principales a tener en cuenta con el manejo de los gatos diabéticos. En primer lugar, si el gato tiene sobrepeso o es obeso, es muy importante normalizar su peso corporal. Esto en sí mismo puede acabar con la diabetes (porque la obesidad interfiere con la acción de la insulina). La pérdida de peso se puede lograr a través de una combinación de una ingesta reducida de calorías y un aumento del ejercicio, aunque este último puede ser un desafío para los gatos.
Como rutina, los gatos con diabetes suelen beneficiarse de una dieta baja en carbohidratos. En algunos casos, la diabetes en realidad se resuelve, simplemente cambiando a una dieta que sea muy baja en carbohidratos.
Medicamentos orales para controlar la diabetes
En los seres humanos con diabetes, hay una serie de medicamentos orales disponibles que pueden ayudar a controlar la afección. Muchos de estos son tóxicos para los gatos (por lo que no deben usarse) o simplemente no funcionan en los gatos. Algunas tabletas (llamadas hipoglucemiantes orales, tabletas que reducen la glucosa en la sangre) pueden ser válidos en una pequeña proporción de gatos diabéticos, pero su uso a largo plazo es controvertido. Sin embargo, esto puede ser una opción ocasional para los gatos a los que resulta difícil inyectar la insulina.
Usar inyecciones de insulina
La mayoría de los gatos diabéticos necesitarán controlar su diabetes con inyecciones diarias de insulina. Aunque la posibilidad de tener que inyectar a su gato una o dos veces al día puede resultar muy desalentadora para la mayoría de los propietarios, en realidad puede ser muy fácil hacerlo con la práctica. La inyección se administra debajo de la piel, generalmente en la zona del cuello.
El veterinario te explicará todo el procedimiento de como administrar insulina a tu propio gato. A veces, practicar inyectando agua en algo como una naranja puede ayudar a tener una idea de cómo manejar la jeringa y la aguja y ganar confianza. Al principio puedes probar a inyectar a tu gato cuando está distraído con otras cosas, y para comenzar, puede ser mejor tener una segunda persona que pueda ayudar a sostener a tu gato, aunque con la práctica esto no será necesario.
Hay varios tipos diferentes de insulina disponibles, en general, las insulinas se dividen en:
Preparaciones de acción corta.
Preparaciones de acción intermedia.
Preparaciones de acción prolongada. Cada gato puede responder de manera diferente a cada insulina, pero la mayoría de los gatos requerirán una inyección dos veces al día de un tipo de insulina de acción intermedia o prolongada, aunque en algunos gatos puede ser suficiente con una inyección una vez al día.
Almacenamiento y manejo de insulina
Es importante almacenar la insulina adecuadamente para que mantenga su eficacia. La insulina debe mantenerse en un frigorífico en todo momento, y nunca congelarse. Antes de inyectar la insulina en una jeringa, el contenido del frasco debe mezclarse suavemente para obtener una suspensión uniforme, pero no debes agitar el frasco ya que esto puede dañar la insulina.
Sigue con cuidado las instrucciones del veterinario cuando uses la insulina.
Sé preciso, extrae la cantidad correcta de insulina en la jeringa.
Si no estás seguro de si la inyección se administró con éxito, nunca pongas una segunda inyección. Es mejor omitir una dosis en lugar de arriesgarse a administrar demasiada insulina.
Cómo inyectar insulina a tu gato
Diabetes mellitus en gatos. Causas, síntomas y tratamiento
Control a largo plazo del gato diabético
Las rutinas diarias, la alimentación, la actividad y el peso corporal se deben mantener lo más constante posible, ya que esto ayudará a minimizar las fluctuaciones en las necesidades de insulina. Una vez que un gato diabético esté estable, es posible que la dosis de insulina aún deba ajustarse de forma ocasional.
El veterinario, de vez en cuando, querrá: Revisar las muestras de sangre para ver las concentraciones de glucosa en sangre y fructosamina y / o hemoglobina glicosilada.
Comprobar el peso de tu gato.
Revisar las muestras de orina (para glucosa y cetonas)
Estudiar la salud general de tu gato. Para tu control de la diabetes, es muy útil el llevar un diario y registrar las cosas clave todos los días. Ver las tendencias y los cambios en estos parámetros a lo largo del tiempo puede ser muy útil para controlar la enfermedad de tu gato.
Lleva una anotación diaria de:
Las horas de la inyección y la cantidad de insulina inyectada.
El apetito del gato y la cantidad de comida consumida.
El comportamiento general de tu gato, destacando sobretodo si se vuelve letárgico o más somnoliento de lo normal
La presencia de cualquier vómito o diarrea.
Si es posible, mide la cantidad de agua que tu gato bebe todos los días. La medición de la ingesta de agua es una de las formas más útiles para controlar la diabetes. Algunas otras cosas útiles para registrar en el diario:
En cuanto al peso, mantén una anotación semanal ponla también en el diario. Lleva el diario contigo cada vez que vaya al veterinario para que usted y su veterinario puedan revisar lo que ha estado sucediendo.
El veterinario puede sugerirte que tomes una muestra de orina de tu gato de vez en cuando para poder verificar si hay glucosa en la orina.