A la historia que os cuento hoy nunca le hemos dado mucha relevancia, pero siempre estará ahí y de vez en cuando nos acordamos de ella. Muchas veces pienso si fue una casualidad o el instinto de Eddie el que salvó a mi hermana de un accidente bastante grave.
Instinto o casualidad
Hace muchos años vivía en nuestro actual piso junto con mis padres, mi hermana y Eddie. Justo enfrente del portal teníamos un descampado, no se le podía llamar parque, donde a Eddie le encantaba dejar su rastro antes de empezar el paseo. Todos los días en cuanto salía por la puerta tiraba de la correa hasta llegar a él.Una mañana en la que salimos toda la familia de excursión mi hermana llevaba a Eddie, con la típica correa flexi a las que ahora tanta manía les tengo, abrió la puerta del portal y se dirigió al descampado. En medio hay una carretera, y a ella no se le ocurrió mirar si venían coches, se aventuró directa hacia la calzada.
Fue todo visto y no visto, pasó tan rápido que ni a mi madre ni a mi nos dio tiempo a reaccionar. En el momento justo en que mi hermana se lanzó corriendo hacia allí Eddie pego un tirón en dirección contraria, casi tirándola al suelo, preciso instante en el que un coche pasaba a toda velocidad por la calle. Pocas veces habré visto a mi madre tan asustada.
Nuca sabremos si fue casualidad que ese día Eddie no quisiera pasar al parque tan rápido o fue su instinto… Lo que quedó claro es que si no llega a ser por él se habría quedado en algo más que un susto.
¿Tenéis alguna historia parecida que vuestros perros hayan protagonizado? ¡No dudes en contárnosla!