Tomado de El Liberal.com.ar
Las rutas y caminos de Argentina sorprenden por la numerosa presencia de animales, que aparecen como un obstáculo imprevisto. Ante esta situación los conductores suelen quedarse sin reacción y protagonizan tremendos accidentes.
Es una situación de la que Santiago del Estero y el resto de las provincias del NOA no están ajenas. En nuestro país una porción de la economía gira alrededor de la ganadería y, por otro lado, una de cada dos familias cuenta con -por lo menos- un animal de compañía (comúnmente gatos o perros).
La negligencia de los que abandonan a sus mascotas crea sobre las rutas una infinidad de hechos graves, como pueden ser embestirlos o realizar peligrosas maniobras de esquive del conductor que deriven en un siguiente choque. A partir de nuestras investigaciones podemos decir que básicamente existen tres tipos de atropellos: aquellos generados por animales domésticos o mascotas, los producidos por ganado errante que ha escapado de un campo aledaño a la ruta y el registrado por animales silvestres donde la ruta corta parte de su territorio.
En el caso de las mascotas, los días más frecuentes de atropellos son las vísperas de feriados o domingos, cuando un gran porcentaje de éstos se escapa de sus dueños o son abandonados en lugares de recreación, y durante la noche o al día siguiente vagan sobre las rutas producto de la gran desorientación que les genera su cambio de hábitat.
Sobre muchas de las rutas de ingreso a las ciudades del interior provincial, este tipo de accidentes suele generar consecuencias muy graves. Una de las situaciones más frecuentes se da cuando el animal ingresa a la ruta y le resulta muy difícil salir por no contar con vías de escape fáciles. Habitualmente, los carriles se encuentran separados por un guarda-rail y en muchos tramos el animal se encuentra encajonado.
Por otro lado, el cadáver del animal embestido puede ser un foco de polución o el desencadenante de una nueva tragedia. Gran parte de la logística de los servicios de asistencia de las rutas concesionadas está puesta en retirarlos de la calzada cuando se ha detectado su ingreso o juntar su cadáver una vez que ha sido embestido, tarea por demás desagradable. Debido a esto algunas han decidido cercar el perímetro de la traza para evitar el ingreso de animales a la ruta, medida que ha paliado de alguna forma este tipo de hechos.
Si el incidente no pasa de un atropello e involucra a un animal doméstico, los daños más frecuentes generados sobre el vehículo rara vez son inferiores a los 2.000 pesos. Sin dudas se trata de un problema que requiere de la concientización de las personas para iniciar el camino a una solución.
La emergencia vial ofrece los mecanismos necesarios para que se comience con un trabajo firme en este sentido. Conductores enviaron fotografías ayer a la Redacción de EL LIBERAL mostrando que siguen existiendo propietarios de animales desaprensivos, que pueden convertirse en responsables de siniestros viales.