A diferencia de una residencia canina, tu perro puede estar en una guardería ciertas horas al día, en momentos puntuales o bien unos días y sin jaulas.
Mientras en una residencia canina los perros tienen su jaula a modo de habitación y van saliendo a un patio de recreo, en una guardería están permanentemente libres, disponiendo de rincones donde poder descansar, comer, jugar, etc.
Por qué una guardería para perros
Una guardería canina es un servicio que cada vez se oferta más en las ciudades dado el alto nivel de actividad diario de los adoptantes.
Los perros tenemos claro que son animales muy sociales que llevan fatal la soledad y quedarse solos en casa.
Una guardería canina se convierte en el mejor remedio para evitar que el perro sufra la soledad y el estrés en casa al estar tantas horas encerrado, o el mejor remedio para cuando sus adoptantes tienen que salir de viaje o tienen alguna urgencia y no saben dónde pueden dejar al perro.
Pero, además de todos estos servicios, una guardería canina supone beneficios importantes para el animal:
El perro aprende a convivir con otros perros, reforzando que sea un perro más sociable con otros.
El perro agota energía jugando con otros perros, que en casa no podría agotar desarrollando ansiedad, llevándole en muchas ocasiones a tener conductas inapropiadas como destrozo de cosas, orines intermitentes, ladrido excesivo, etc.
El perro se divierte, en casa el aburrimiento quizás le empujaría a entretenerse en cosas que no debería.
El perro no solo es estimulado físicamente, sino también social y emocionalmente, reforzando así que sea un perro más equilibrado.
Cuándo una guardería para perros
Los servicios de una guardería canina se pueden aprovechar en casos tan dispares como:
Perros que pasan demasiadas horas solos en casa y que suelen sufrir problemas de ansiedad por separación.
Adoptantes a los que les surge una urgencia y no tienen dónde dejar a su perro esas horas o días.
Adoptantes que planifican un viaje donde el perro no tiene cabida porque el destino no es petfriendly.
Cachorros que quieren socializar desde bien pequeños con otros perros.
Cuál guardería para perros
No todas las guarderías caninas son aptas para los perros.
Te voy a listar una serie de consideraciones que debes tener en cuenta para elegir una buena guardería para perros.
Debe tener profesionales cualificados. No todo el mundo sirve para cuidar perros. El personal de una guardería canina no solo debe vigilar a los perros: debe tener conocimientos de educación canina, alimentación, cuidados veterinarios básicos, etc.
Debe tener un espacio generoso. A espacio nos referimos tanto interior como exterior. Un perro necesita salir al aire libre y tener un jardín donde poder disfrutar de baños de sol. Rehuye de guarderías que son cajones de cuatro paredes sonde apenas hay ventilación o ventanales grandes.
Debe tener servicio veterinario. Cuando hemos comentado que en una guardería hace falta tener conocimientos veterinarios es porque nunca se sabe qué puede pasar o qué tipo de perros hay que cuidar. Pueden venir perros que necesiten medicación, perros a los que les dé ataques epilépticos, perros que se ensalcen en una pelea (no es común si los profesionales saben adelantarse a las señales) y que haya que hacer unas curas de heridas, etc.
Debe tener unas instalaciones higiénicas y seguras. La higiene y la seguridad es fundamental, por eso, echar un vistazo a las instalaciones antes de dejar a tu perro es una buena idea para no lamentarse después. Hay que revisar que las instalaciones cuenten con las medidas higiénicas mínimas, y de seguridad: que se evite que el perro escape, se pueda lastimar con cables, etc.
Debe tener una alimentación personalizada. Puedes llevar tú la comida del perro o bien adaptarte a la de la guardería, eso sí, mira que en la medida de lo posible esté personalizada para evitar que tu perro enferme del estómago los días que esté allí.
Una guardería para perros, además de cuidar el límite de perros, debe también cuidar el tipo de perro que acoge en sus instalaciones.
Los perros muy antisociales o peros mayores no se recomiendan, dado que sufren más que lo disfrutan. Para estos casos, en vez de una guardería canina, es mejor aportar por canguros, en los que la atención es más personalizada.