Los perros, al igual que nosotras, también disfrutan de estos caprichos y les encanta refrescarse con sabores variados. Además, estos les ayudan a hidratarse y a divertirse, ya que mediante el lamido liberan endorfinas y pueden pasar mucho tiempo entretenidos.
¡Hoy os enseño, en menos de cuarenta segundos, cómo hacer una receta natural que a Alma le encanta y que no podría ser más sencilla! Podéis adaptarla a las preferencias y necesidades de vuestro compañero canino, teniendo en cuenta que no debemos utilizar ingredientes prohibidos ni atiborrarlos con mucha cantidad; yo suelo utilizar moldes pequeñitos o, en caso contrario, le dejo disfrutar un ratito y luego lo devuelvo al congelador.
La elección de ingredientes
Como base he elegido agua y, posteriormente, he añadido un yogurt natural sin azúcar, pero también podéis utilizar leche de cabra, o caldo de carne sin sal.
Como ingrediente secundario (verdura o fruta), me he decantado por la zanahoria, aunque también podéis incluir cualquier otro, siempre que este sea apto para perros.
El ingrediente principal ha sido la carne de ternera, utilizando un pedacito de hígado de ternera para potenciar el sabor.
Sobre las tarrinas os aconsejo que no utilicéis un palo ni similares, el perro podría tragárselo y lastimarse. En su lugar a mi me gusta utilizar zanahorias, que además son unas grandes aliadas para ayudarnos a reducir su estrés.
La receta.
Ingredientes:
50 gramos de zanahoria rallada
Zanahoria entera que utilizaremos como mango
Envases para congelar
1 Yogurt natural sin azúcar
100 gramos de carne de ternera
Un pedacito de hígado de ternera para potenciar el sabor
AguaDificultad: muy fácil
Los pasos.
En una olla pondremos un base de agua en relación al espesor que estemos buscando en el helado. Añadiremos la carne y la zanahoria rallada y lo llevaremos todo a ebullición.
Echaremos el resultado del punto anterior en una batidora y añadiremos el yogurt natural, trituramos.
Colocaremos los palitos de las zanahorias en los envases para congelar y echaremos la mezcla.
Lo dejamos en el congelador unas horas (dependiendo del tamaño del envase).
¡A disfrutar!