Ya sabes que me gusta tenerte informado de los problemas más comunes de salud gatuna y he dedicado esfuerzos en que sepas por qué tu gato no orina o por qué no usa el arenero correctamente.
Si hace un tiempo te hablé de la cistitis, de los cálculos renales, y de las infecciones de orina, hoy es el momento de saber en qué consiste la insuficiencia renal en gatos.
Quiero que sepas los síntomas para ponerte en alerta y también, cómo prevenir y controlar el avance de esta dolencia que puede ser fatal para tu querido compañero de vida.
A qué se debe la insuficiencia renal en gatos
La insuficiencia renal en gatos se produce cuando uno o los riñones fallan. Realmente no se trata de una enfermedad como tal, sino más bien es un síndrome que reduce la funcionalidad de los mismos. Llegado a este punto quiero que entiendas la vital importancia del sistema renal para el correcto funcionamiento del organismo, ya que es el responsable de filtrar la sangre y eliminar residuos a través de la orina.Lo habitual es que cuando los riñones comienzan a fallar se compensen hasta que el daño está tan avanzado que empiezan a aparecer los síntomas derivados de la acumulación de sustancias tóxicas. En este punto si vas al veterinario tu gato ya estará muy enfermo.
Esto implica que la enfermedad lleva bastante tiempo gestándose, de ahí lo aconsejable que es realizar analíticas de sangre y orina una vez al año en felinos a partir de 7 años.
Hay ciertos factores propios del gato y del entorno que predisponen a la enfermedad renal crónica. Por poner un ejemplo, se ha relacionado el envejecimiento con dificultades en los sistemas de protección del riñón, pero también se distinguen causas iniciales como:
Enfermedad renal poliquística, la patología congénita más común y que afecta a los gatos de raza persa y sus cruces.
Piedras en el tracto urinario superior.
Infecciones víricas crónicas como la leucemia o la inmunodeficiencia.
Pielonefritis bacterianas.
Linfoma renal.
Dietas desequilibradas.
Intoxicaciones.
Isquemia como resultado de la reducción del flujo sanguíneo.
Aparte de la versión crónica de la insuficiencia renal en gatos, también existe una variante aguda que puede surgir de manera repentina y es habitual que se deba a intoxicaciones o infecciones. Es más, una infección de orina no tratado puede avanzar y dañar los riñones. Este tipo de insuficiencia es más probable en felinos jóvenes.
El veterinario mediante un análisis de sangre y de orina podrá conocer el estado de los riñones del gato. El profesional valorará la densidad de la orina y en la sangre, valores como la urea, la creatinina y el biomarcador SDMA. Como complemento, también se pueden realizar ecografías para determinar el funcionamiento de los riñones y el alcance del daño.
Estadios de la insuficiencia renal en gatos
Esta enfermedad puede ser de mayor o menor gravedad, y en función de la misma se ha llegado a un acuerdo para clasificarla en diferentes estadios.Según la clasificación de la IRIS( International Renal Interest Society) hay cuatro estadios, cada uno con sus rasgos y sus recomendaciones específicas de tratamiento.
Estadio 1: supone un valor de creatinina inferior a 1,6, con la SDMA no superior a 18. Implica que no hay azotemia, es decir, aumento de ciertas sustancias en la orina.
Estadio 2: la creatinina está comprendida entre 1,6 y 2,8. La SDMA se encuentra entre 18 y 25. Hay sustancias en la orina de forma leve, pero sin signos clínicos. Aparentemente el felino está sano. Llegado a este punto se aconseja comenzar con una dieta específica.
Estadio 3: definido por un valor de creatinina entre 2,9 y 5 y una SDMA entre 26 y 38. La azotemia es moderada y en este momento empiezan a reflejarse algunos síntomas.
Estadio 4: la creatinina alcanza un valor mayor de 5 y la SDMA supera los 38. La azotemia o presencia de sustancias en la orina es de gravedad.
Síntomas de insuficiencia renal en gatos
Es vital conocer los síntomas derivados de un fallo en los riñones. Al principio pueden pasar inadvertidos por ser leves o inespecíficos, pero te aconsejo que prestes mucha atención.Para que te resulte más fácil identificarlos, voy a diferenciarlos según si la insuficiencia es aguda o crónica.
Signos que ayudan a detectar una insuficiencia renal aguda:
Deshidratación. Esto puedes comprobarlo con mucha facilidad, basta con coger entre los dedos un pliegue de piel de la zona de la cruz, levantarlo y observar lo que tarda la piel en volver a su posición de inicio.
Depresión.
Anorexia.
Vómitos.
Diarrea.
Incremento de la cantidad de orina eliminada o que deje de orinar, y ya te adelanto que tienen un pronóstico peor.
Bajada de la temperatura corporal.
Signos de tipo neurológico.
Si detectas cualquiera de estos síntomas, te pido que acudas inmediatamente al veterinario porque la vida de tu gato podría correr serio peligro.
Signos clínicos que pueden indicar una insuficiencia renal crónica y que empeoran con el paso del tiempo:
Aumento en la eliminación de orina.
Incremento del consumo de agua.
Deshidratación.
Vómitos.
Depresión.
Anorexia.
Mal aspecto del pelaje.
Hipertensión
Anemia.
Pérdida de peso.
Debilidad.
Mal aliento.
Heridas en la boca.
Cómo se trata la insuficiencia renal en gatos
El tratamiento se basa en medicación dirigida a controlar los síntomas y en seguir unas pautas dietéticas específicas.La hidratación y la alimentación son claves, así como el seguimiento por parte del veterinario, que marcará un calendario de revisiones para observar la evolución de la enfermedad.
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Para tratar la insuficiencia renal en gatos el papel de la comida es FUNDAMENTAL. Debes considerarla como un medicamento más, por eso has de recurrir a dietas expresamente formuladas para esta patología.
Otro de los aspectos cruciales es mantener a tu peludo compañero bien hidratado, por ello se recomienda ofrecer alimento húmedo. Para que lo entiendas: un gato deshidratado no come. Si por ejemplo a tu felino solo le gusta el pienso, puedes humedecerlo o complementarlo con dieta húmeda.
Te aconsejo que sigas las pautas y consejos de tu veterinario al pie de la letra ya que tanto un exceso como una carencia de proteínas podrían ser perjudiciales, así como el aporte de fósforo que ha de controlarse.
Cuando un gato sufre insuficiencia renal es normal que tenga falta de apetito. Aquí ya te adelanto que es mucho más importante que coma lo que sea( aunque no sea lo más apropiado), antes de que no coma nada.
Aparte del alimento, procura que siempre tenga varios puntos de agua limpia y fresca por toda la casa. Si puedes hazte con alguna fuente automática, ya que el agua en movimiento es muy atrayente para los gatos. También puedes ofrecerle caldos y repartir la comida en diferentes tomas diarias, está demostrado que con esta rutina los felinos beben más.
Si tu gato padeciera insuficiencia renal aguda, al tratarse de una urgencia, lo más importante es lograr su estabilización. En este caso, suele ser necesario el ingreso del felino en una clínica veterinaria para que le administren fluidos y fármacos por vía intravenosa.
Llegado a este punto y si te preguntas si hay tratamientos naturales para la insuficiencia renal en gatos, te adelanto que no hay evidencia científica que lo corrobore. Lo que recomiendan los profesionales en primer lugar es seguir una alimentación formulada específicamente para esta patología.
Aunque puedes optar por una dieta casera para tu gato( que en ciertos casos puede ser mejor tolerada), es imprescindible que sea un experto en nutrición felina el que diseñe el menú adecuado para tu compañero de vida.
Con respecto al tratamiento de la sintomatología, existen medicamentos para combatir cada uno. También existen soluciones homeopáticas, hierbas o flores de Bach, pero no hay estudios que demuestren su eficacia. De todas maneras, siempre puedes hablar con tu veterinario de confianza y que valore las diferentes opciones.
¿Tiene cura la insuficiencia renal en gatos?
Se trata de una enfermedad tratable, pero esto no quiere decir que tenga cura. Cuando se ha producido pérdida del tejido renal funcional, la realidad es que el daño es irreversible.Cuando se diagnostica hay que tener claro que el gato necesitará tratamiento de por vida y, aún estando bajo control veterinario, con el paso del tiempo la dolencia seguirá evolucionando.
La esperanza de vida desde que la insuficiencia renal ha sido diagnosticada se sitúa en torno a unos 2-3 años, pero es muy variable en función de la situación de cada gato. Lo importante en este punto es centrarte en ofrecerle la mejor calidad de vida. Su bienestar debe ser lo primero.
En cambio, si tu gato sufre insuficiencia renal aguda podría causarle la muerte de forma inmediata. En estos casos aunque se inicie el tratamiento veterinario adecuado, los felinos que no responden bien en unas 24-48 horas, por desgracia, suelen fallecer. Sin embargo, los que se recuperan tras esta grave crisis, pueden pasar a sufrir insuficiencia renal crónica.
Mi objetivo con este post es informar, esto no sustituye EN NINGÚN CASO a la atención MÉDICA, que es VITAL. Te aconsejo que ante cualquier síntoma, malestar o cambio de condición, acudas a un profesional veterinario inmediatamente.
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