La salud de tu mascota es de vital importancia, así que debes estar informado de las posibles enfermedades que pueden afectarle y ésta es una dolencia que con un diagnóstico tardío puede tener un resultado fatal. Más te vale saber de qué estoy hablando.
Aunque no es una patología muy común en felinos, como las infecciones de orina, su peligro reside en el alto índice de contagio, así que sigue leyendo y descubre qué es la leptospirosis en gatos, los síntomas y el tratamiento.
Se trata de una enfermedad contagiosa zoonótica( que se puede transmitir a humanos), causada por un grupo de bacterias del tipo Leptospira que se encuentra por doquier, y puede infectar a perros, gatos, animales de granja y muchos animales de compañía.
Si esta bacteria no encuentra un huésped, sobrevive en la tierra y el agua, permaneciendo durante mucho tiempo hasta que algún animal se contagie.
Es muy frecuente hallar la leptospira en zonas con altas temperaturas y lluvias frecuentes, tanto el clima seco como el húmedo, le beneficia, así que campa a sus anchas por muchas zonas.
No es habitual que los gatos contraigan esta enfermedad, por ello su incidencia no se ha estudiado lo suficiente, así que es complicado definir tanto los signos como su tratamiento específico.
Cómo se contagia la leptospirosis en gatos
Tu felino puede contraer leptospirosis a través de contacto directo con otro animal o una superficie en la que la bacteria haya anidado. Así que teniendo esto en cuenta, el contagio puede producirse si:
Entra en contacto con animales domésticos en la calle.
Se relaciona con animales de granja.
Accede y bebe en aguas estancadas.
Puede estar en contacto con roedores o aves salvajes.
Se hidrata en ríos, lagos u otras fuentes naturales de agua.
Está próximo a orina de un animal infectado.
Puede tener acceso a comederos o bebederos de un contagiado.
Es mordido por un animal enfermo
Come carne de un animal infectado.
Su madre se lo ha transmitido.
Si tu gato entra en contacto con alguna de estas fuentes de contagio en las que la bacteria está presente, podría infectar sus mucosas y de ahí, migrar a todo su cuerpo, iniciando el proceso infeccioso.
Síntomas de la leptospirosis en gatos
Sus signos pueden confundirse con otras enfermedades, así que serán imprescindibles diversas pruebas de laboratorio para conseguir un diagnóstico certero.
Debes estar atento a estas señales:
Fiebre alta
Temblores
Exceso de sed
Entumecimiento corporal
Abundante orina
Ictericia
Vómitos y diarrea
Deshidratación
Problemas de respiración
Acumulación de líquido en órganos respiratorios
Como he comentado antes, es una enfermedad que ha sido muy poco estudiada en gatos, así que hay hay cierto desconocimiento sobre sus etapas de desarrollo. Lo que se sabe es que ciertos felinos la padecen de forma moderada y se recuperan rápido, pero en otros casos, puede ser mortal ya que su evolución conlleva problemas renales e intestinales.
Diagnóstico y tratamiento de la leptospirosis en gatos
Tanto si se trata de leptospirosis como de cualquier otra enfermedad, solo un profesional veterinario será capaz de determinar el problema de salud de tu felino.
Será fundamental un examen físico completo, análisis de sangre y según el estado del gato, puede que el médico solicite cultivos de la bacteria y radiografías.
Respecto el tratamiento, lo principal es mantener estable al felino, evitando que se descompense o se agrave su situación. Generalmente, se recetan antibióticos y terapia de líquidos para administrar en casa o en la clínica.
En el caso, de que la leptospirosis se haya extendido, lo más probable es que requiera hospitalización para paliar los daños provocados en órganos vitales, como riñones, hígado y pulmones.
Quiero recordarte que este post es meramente informativo. Te recomiendo que acudas con tu gato al veterinario si sufre algún malestar, si tienes dudas sobre su estado de salud o si necesitas asesoramiento profesional.
¿Me echas una pata y difundes en Facebook, Twitter e Instagram? Amar es compartir y el conocimiento puede salvar vidas. Recuerda que tu compañero de vida depende de ti. Tu responsabilidad hoy y siempre, es velar por su bienestar. Lucha por él, quiérelo y cuídalo como merece.
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