Artículo de Javier Martín, tomado de Diario de Soria.es
Foto: www.heraldo.es
Los accidentes provocados por los corzos en las carreteras sorianas subieron un 6% durante el año pasado con respecto al año anterior. De este modo se pasaron de los 535 a los 569, la mayoría de ellos en la carretera nacional 122, que conecta la provincia con Valladolid. No obstante, si se tiene en cuenta el cómputo global de los accidentes provocados por las diferentes especies de animales (principalmente corzos, jabalíes y ciervos) el porcentaje de siniestros cayó ligeramente en 2014 con respecto al año anterior, en concreto un 1,5%, pasándose de los 820 a los 807.
Pese a esta ligera caída los accidentes con animales siguen siendo la principal causa de siniestralidad en las carreteras sorianas. De este modo los 807 accidentes provocados por animales el año pasado suponen el 71% del total, y de ellos el 70,5% están provocados por los corzos, según datos facilitados por la Junta.
Le siguen los jabalíes, que causaron 91 accidentes, los ciervos un total de 84, los zorros 16 siniestros y los animales domésticos un total de 29. En 2013 tras los 535 accidentes provocados por los corzos se situaron los 123 causados por los jabalíes, 68 por los ciervos, 13 por los zorros y 38 por animales domésticos.
En este sentido el presidente de la Delegación Provincial de Caza de Soria, José Manzano, señaló que «la nacional 122 es la carretera con más siniestralidad de esta provincia, por lo que si la tuviéramos desdoblada habríamos evitado un montón de accidentes. Se junta una alta densidad de tráfico y numerosos animales. La prueba más palpable de la caída de la siniestralidad es el tramo que une Almazán con Soria, en el cual era donde más accidentes se producían hasta hace unos años, si bien a raíz de la puesta en marcha de la autovía estos cayeron radicalmente». En cuanto a las medidas a tomar para reducir el número de accidentes reclamó «la señalización exhaustiva de los puntos negros, ya que vemos que el 80% de los siniestros se producen en los mismos puntos kilométricos. Tan difícil no es cambiar la señalización, y en vez de señalizar el peligro por animales cada cinco kilómetros hacerlo de una forma mas exhaustiva».
También destacó como fundamental la deforestación de los márgenes de las carreteras con siniestros, «ya que no es lo mismo que uno tenga dos segundos de reacción para poder esquivar a un animal que encontrárselo directamente en la carretera. Esto podría evitar numerosos accidentes».
En tercer lugar destacó la necesidad de que los cotos de caza cumplan los planes técnicos que establece la ley en cuanto al número de piezas que deben cazar por temporada, «ya que de otra manera entendería que fuera la administración la que con cargo a esos acotados abatiera las piezas establecidas al año. Son las piezas que tiene que abatir obligatoriamente cada coto de caza». Por otra parte destacó la necesidad de establecer un mayor control sobre los movimientos de los animales hacia las carreteras, «como por ejemplo los causados cuando la gente va a por hongos».