Poder manejar la mordida y lo que muerden los cachorros en casa, es un auténtico arte, y en este que artículo vamos a ayudarte a conseguirlo.
Lo primero: no desesperes. a partir de los 2-3 meses de vida el cachorro está aquí para ponerte a prueba. ¡Es parte de su aprendizaje! Me refiero a ponerte prueba a ti, a tus muebles, a tus zapatillas favoritas, a la cama maravillosa que le has comprado y al quinto arnés que le volverás a comprar antes de que cumpla el año.. Así que voy a contarte cómo hacer para cambiar un poco la realidad de las cosas.
Cambio de dientes
Un poquito antes del mes de vida, empezarán a salirle los primeros dientes de leche. esos dientes pequeñitos y afilados que casi solo con rozarte te harán sangre en las manos. Ayuda un montón a la inhibición de la mordida de tu perro estar con hermanas y hermanos de camada y con la madre durante las primeras semanas de vida, pues se las pasarán comprobando que esos dientes efectivamente hacen daño.Aún son perros pequeños con una movilidad muy limitada y probablemente no tengas más problema con esos primeros dientecillos de piraña.
El problema, y la avalancha de consultas que tenemos en Sentido Animal, suele venir en la segunda fase. Está fase comprende entre los 4 y los 8 meses aproximadamente, y se trata del cambio a la dentadura definitiva que ya tendrán de adultos.
Solamente con que te fijes en el cambio de tamaño de unos dientes y otros, de unos molares y otros, ya te puedes hacer una idea de que el cambio ha de ser doloroso. Su cuerpo crece y su mandíbula también, y esto conlleva un esfuerzo extra.
Van a tener bastante dolor en las encías, y de hecho, posiblemente suelten bastante baba transparente y líquida. Y es aquí cuando viene el problema, ya que morderán cualquier cosa que esté a su alcance para paliar ese dolor.
Cualquier cosa que esté a su alcance
Así que parece bastante obvio que si le ponemos cosas a su alcance que no nos importe que muerda, como por ejemplo sus juguetes, el problema se soluciona de un plumazo. Pero si la solución fuese así de sencilla, no estarías leyendo este artículo…Recuerda que te he dicho que los cachorros y perros jóvenes tienen dos objetivos en la vida. es precisamente la necesidad de explorar el entorno y el mundo en el que viven, la que hace que no sea tan sencillo darle un juguete y echarnos a dormir.
Van a necesitar muchos tipos de juguetes diferentes, con diferentes texturas, formas, sonidos…, para encontrar en cada momento aquel que les permita aliviar su dolor, y por otro lado colmar sus expectativas de experimentación.
¿Entonces necesitamos alrededor de 200 juguetes? A pesar de que eso haría muy feliz a las tiendas de animales, lo cierto es que no es necesario. Sin embargo sí podemos dejarle cuatro o cinco días con varios juguetes determinados, que cambiaremos por otros de manera rotativa.
Algunos trucos para mantener la situación bajo control
El primer truco o consejo es armarte de paciencia. Si no eres una persona paciente, te aconsejo que no tengas un cachorro en casa, o que hagas un esfuerzo real por conseguir esa paciencia que no tienes. La perra joven o cachorra tiene 24 horas al día para encontrar tu punto débil que será posiblemente el que haga tambalear esa paciencia de la que hablamos.
No esperes que todos los juguetes sean divertidos por si mismos. Es muy probable que con muchos de ellos seas tú quien tenga que interactuar. Si no lo haces, el cachorro buscar a la interacción con tu calcetín tus manos, tus zapatillas, o cualquier cosa que haga que te levantes de un brinco cuando él la coja.
Observa en cada momento qué muerde tu cachorra. Si por ejemplo está mordiendo la pata de una silla de madera, probablemente no haga mucho efecto que le des un peluche blandito en ese momento. Si lo que está buscando es algo duro, proponle algo duro para morder. ¿Has pensado en un trozo de madera? Tendrás que observar de manera tranquila y dándole un poquito de tiempo, si cuando le das cosas que puedan romperse como por ejemplo la madera, y que no es bueno que se trague, para ver si efectivamente la ingiere o la suelta.
Normalmente si has hecho un buen trabajo con respecto a las cosas que come del suelo, verás con tranquilidad cómo las escupe, pues ni siquiera está teniendo la necesidad de comer, sino de aliviar el dolor del cambio de dentición.
Intenta no timarle con los juguetes. Si le propones que venga a jugar con un juguete que tú tiene, porque está mordiendo otra cosa o porque ves que va a por ella, cuando cambie de opinión y vaya a jugar con el juguete que tú le propones, ¡juega con él! Ha cambiado de opinión porque tu juguete se mueve y además tiene interacción contigo, así que no hagas que esa magia se pierda pensando que se conformará con un cambio que posiblemente le agrade menos que aquello que él había decidido morder.
No escatimes en juguetes. el hecho de que no haga falta adquirir 200 juguetes de una tienda, no significa que no tenga que tener 200 alternativas… o al menos, que lo parezca. botellas de plástico sin tapones ni arandelas que pueda comerse, bricks de leche o zumo dónde efectivamente veas que no y quiere los trocitos, mantas que puedas haber comprado para que se tumbe, calcetines viejos hechos un nudo, algo de cartón o incluso los cartones del papel higiénico, o una cuerda de las que atan la pata de jamón… lo cierto es qué tienes que echar mano de tu imaginación.
Ten cuidado con el uso que haces de las manos. Son un juguete maravilloso cuando pasan por encima de ellos o incluso cuando se acercan a su cuerpo. Evita ir directamente a tocarles la cabeza en los momentos en los que tengan necesidad de morder, y busca más la parte del lomo o la tripita.
Es necesario que le ofrezcas cosas muy estimulantes cuando su activación esté alta, pero que puedas ofrecerles caricias y relajación cuando el momento lo requiera. De esta manera, tus manos tendrán también otro significado. Ya habrá momento de regular esas activaciones más adelante, pero ahora, es también importante que le ofrezcas lo que necesita.
Cuando te enganche con sus dientecillos las manos, los pies, los calcetines que llevas puestos o unas zapatillas que están tiradas en el suelo (¿de verdad eres tan intrépida de dejar unas zapatillas en el suelo teniendo un cachorro en casa?), no se te ocurra tirar en dirección contraria a su boca. Mantén la calma y quédate quieta. Lo único que conseguirás con cualquier tipo de movimiento que hagas será que tu cachorra lo tome como un juego y ponga más empeño en ello. No digo que sea fácil, pero sí te aseguro que es la clave.
De igual manera, si tienes peques en casa, sus movimientos rápidos, principalmente de los pies y las manos, serán uno de los mejores estímulos para tu perro, para poder echar el diente. es necesario que les enseñes a quedarse quietos y a dar alternativas al cachorro, con diferentes juegos más tranquilos (sí, con los cachorros también podemos tener juegos tranquilos).
Quiénes han tenido la posibilidad de conocerme tratando a sus cachorros, saben que siempre digo que para poder criar a un cachorro en casa es necesario tener a 7 personas disponibles (o algún perro o perra adultas que puedan echar una mano). y esto es así porque necesitamos estar pendientes las 24 horas sin perder la paciencia, haciendo un maravilloso trabajo en positivo, estimulante y enriquecedor, que pueda asemejarse a la energía que va a tener tu cachorra en casa.
Suerte con tu peque de cuatro patas, y para cualquier duda ¡déjame tu comentario!
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