Cuidado con las posibles enfermedades
El tratamiento en caso de mordeduras en niños debe ser integral y este representa la fase más importante, se debe diagnosticar la gravedad del trauma, el lugar del cuerpo involucrado durante el ataque y las posibles amenazas de su vida.
Se debe tener en cuenta la posibilidad de la contaminación del área afectada por el virus de la rabia que es una encefalitis aguda o meningoencefalitis debida a una infección por lyssavirus, la cual hacen de dicha lesión una indudable urgencia, a esto se le sumamos la consecuencia psicológica y estética que padece el paciente como eventos secundarios a la agresión.
¿Cómo se producen estas mordeduras?
En su mayoría las lesiones que se presentan es a causa de un perro conocido, ya sea propio, de algún vecino, o cuando los pequeños acuden de visita a la casa de algún amigo.
Las áreas corporales más afectadas son la cabeza y el cuello, los padres de familia, médicos y paramédicos deben realizar un lavado con agua y jabón inmediatamente para disminuir el riesgo de infección y acudir de inmediato al servicio de urgencias de instituciones públicas o privadas para continuar con el protocolo de manejo.
Generalmente en los centros hospitalarios en el área de emergencia realizan un conjunto de preguntas básicas para conocer cómo se suscitaron los hechos que provocaron el ataque o mordedura del perro.
¿Qué datos valora el medico?
Es necesario informar si el perro agresor es conocido o desconocido, si el ataque fue provocado o no, si el perro venia presentando síntomas de agresividad fuera de lo habitual, con el interrogatorio y la exploración física se determina el diagnóstico para así identificar que vacuna necesita aplicar el médico al paciente, si es la vacuna antirrábica y/o gammaglobulina hiperinmune antirrábica.
Manejo de la herida
La herida es dermoepidérmica, si es puntiforme, si presenta lesión profunda y desgarro importante que origina colgajos dermograsos; se debe explorar al paciente en quirófano bajo anestesia, para determinar el tipo y extensión de la o las lesiones.
En caso de lesiones puntiformes es conveniente irrigar profusamente a través del punto de lesión con jeringa y solución fisiológica además de solución con Iodo, empleo agua oxigenada combinada, el lavado debe ser por 20 minutos.
Desbridamos los bordes de los orificios en forma de uso y en su caso se colocan puntos de afrontamiento. No olvidar que las lesiones son curvas por lo que hay que irrigar en el sentido de la curvatura del diente canino.
Si tienes niños pequeños no los descuides recordemos que esta etapa es de mucha exploración, buscan conocer lo que no es habitual para ellos y no reconocen el peligro cuando lo ven por eso somos sus padres y debemos protegerlos, amarlos y velar por su integridad física y psicológica.