Se cree que en su origen el Braco de Weimar, o Weimaraner, era un cazador de grandes presas como osos o pumas. Era por sus cualidades, un fantástico guardián, algo que ha mantenido a día de hoy: por su fuerza, fortaleza y lealtad, está predispuesto a proteger a tu familia a como dé lugar.
¿Problemas? Puede tenerlos. Puede ser agresivo con la gente, perseguir animales o bicicletas, incluso coches, o puede mostrarse dominante y hacer destrozos en casa, e incluso morderte a ti.
La buena noticia es que son perros muy fáciles de educar, es muy sencillo enseñarles lo que está bien y lo que no. Solo necesitas un poco de interés en psicología canina, y todo lo demás te ocupa como mucho diez minutos al día. Puedes disponer de ellos, ¿verdad? Así que aquí te dejo algunos consejos para educar a tu Braco de Weimar:
Cánsalo. Un perro con este nivel de energía necesita ejercicio, juegos y estímulos. Es importante que lo lleves a pasear varias veces al día, no para que haga sus necesidades, sino para que explore y se divierta. Aparte de eso, jugar en casa es primordial, ya sea lanzar la pelota o tirar de la cuerda, o incluso utilizar juguetes de estimulación mental, como las pelotas que contienen golosinas. Todo lo que sea moverse, pensar y hacer cosas le ayudará mucho.
Sé consistente con las normas. Decide si quieres que pueda ponerse en el sofá o no, si puede dormir contigo o no, dónde puede hacer sus necesidades y cuándo es hora de comer. No permitas que las normas cambien un día porque llore, suplique o te de lástima. La consistencia es básica a la hora de educar a tu Braco.
Redirige los malos comportamientos. En lugar de regañar a tu perro por morder tus zapatos, indícale que eso no está bien y dale una alternativa: le dices “¡No!” con fuerza, pero sin gritar, y cuando lo haya soltado, le das uno de sus juguetes favoritos. Cuando muerda sus juguetes o mordedores, entonces lo recompensas con caricias y buenas palabras, sin distraerlo demasiado. ¡El juguete es un refuerzo en sí mismo!
Estos son tres de los consejos más básicos, pero hay mucho más que puedes hacer para educar a tu Braco de Weimar, como disponer para él un lugar para hacer las necesidades, enseñarle trucos útiles como “sienta”, “ven” o “saluda”, o socializarlo para que se lleve bien con todo el mundo, visitantes y desconocidos igual.
¡Eso es todo por hoy! Nos vemos muy pronto.
Marcos Mendoza
PD: Si quieres saber algo más sobre esta raza o cómo educarla, te recomiendo entrar aquí y empezar a trabajar con tu Braco de Weimar.