Algunos gatos prefieren claramente otros puntos de agua de la vivienda o del exterior y dejan su bebedero de lado. No les gusta el agua fresca de las llaves porque tiene demasiado cloro. Con un par de gotas de leche para gatos se le puede dar un poco de sabor al agua del bebedero. Incita a tu gato a beber poniéndole un recipiente con agua en varios rincones de tu vivienda. Deben estar limpios y con agua fresca en todo momento (cámbiala al menos dos veces al día).
Es especialmente importante que beba mucha agua cuando es alimentado con comida seca, especialmente para los machos (padecen más de las vías urinarias), pero también para gatos de más edad, en los que el sentido de la sed pierde fuerza. El bebedero debería estar como mínimo a dos metros del comedero y por supuesto lejos de su arenero.