Muy pocas razas equinas pueden presumir de haber llevado en sus lomos a Cristóbal Colón. El Caballo Criollo es un robusto animal que desciende de los ejemplares que ayudaron notablemente en la conquista de América.
Actuaciones históricas de esta magnitud demuestran las características del mismo, como la fortaleza, vitalidad y resistencia, el Caballo Criollo se convierte en una de las razas más demandadas en Sudamérica. Si combinamos sus cualidades físicas con su capacidad de comprender la voluntad del amo, obtendremos el caballo perfecto que nos permitirá disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
La belleza de la raza del Caballo criollo radica en su original pelaje, con dibujos similares a los de la cebra. Este aspecto diferenciador, te permite disfrutar de un animal de gran altivez, belleza y personalidad. Además, gracias a la longevidad de este elegante equinol, asegura su compañía más de 25 años.
Una gran historia
El origen del Criollo se remonta a 1492, cuando Cristóbal Colón y el resto de los conquistadores permitieron la entrada de los caballos Berberiscos y Andaluces al Río de la Plata. Años después, los potros descendientes de estos animales, se extendieron libremente por Argentina en un entorno salvaje, donde se desarrollaron plenamente por la severa selección natural a la que fueron sometidos. No tuvieron contacto alguno con el hombre hasta que fueron utilizados por los indios como herramienta de guerra.
Debido a estos precedentes, se fue convirtiendo en un animal robusto, fuerte, valiente y resistente. A finales del siglo XIX, este ejemplar experimentó un proceso de degeneración, causado por la mezcla de equinos procedentes de Europa y Estados Unidos. Esta declinación provocó la pérdida de su prudencia y serenidad, además de gran parte de su resistencia a las enfermedades. Durante muchos años, la labor fundamental de este caballo ha sido el trabajo ganadero, donde tiene una gran habilidad, convirtiéndose en el compañero fiel del hombre del campo.
Actualmente es una raza protegida y muy valorada, ya que no se quieren perder sus rasgos diferenciadores. El Criollo más parecido al estándar de la raza se encuentra en Argentina.
Características asombrosas
Gracias a sus andanzas históricas, este ejemplar se ha convertido en un caballo que se adapta perfectamente al entorno donde se encuentre. Al ser descendiente de las razas árabes y andaluzas tiene unos rasgos muy pronunciados y una gran fortaleza en sus extremidades.
Sus medidas y sus formas son medianas, sin embargo, se considera a este ejemplar como un animal de constitución robusta y muy musculosa, ya que demuestra una gran fortaleza. A pesar de su fuerte musculatura, tiene un peso ligero en comparación del resto de los equinos, rondando los 400 kg. Esta peculiaridad va unida a su estatura, debido a que es un animal de poca alzada, cuya talla ideal es de 1,44 m.
Su cabeza es corta, con una frente ancha y un perfil convexo, ya que posee mucho cráneo en comparación con el resto de la cara. Sus ojos son vivaces y reflejan la inteligencia y la perspicacia de esta raza. Las mandíbulas se muestran separadas entre sí y se encuentran muy pronunciadas. Las orejas, en cambio, son pequeñas, anchas en su base y de forma puntiaguda. Si examinamos el cuello del animal, observaremos que es largo y musculoso, y que está unido con sus extremidades en forma de ángulo recto.
Extremidades resistentes
Son muchas las razones por las que este ejemplar se particulariza por su fortaleza y consistencia, pero una de las más importantes es el gran desarrollo de su osamenta. Las costillas arqueadas del equino y sus largas espaldas ayudan a pronunciar más su resistencia, ya que son signos de una potente musculatura.
Las patas delanteras del Criollo tienen unos huesos y músculos muy consistentes, pero para que esa firmeza se pueda compaginar con una gran agilidad, los antebrazos deben ser largos y anchos hasta la rodilla. Presenta un pecho muy amplio y una grupa redondeada y musculosa, perfecta para ser un caballo de silla. Por último, los cascos están bien conformados, ya que son de volumen proporcional al cuerpo, además de resistentes y tensos.
Debido a las características específicas de cada ejemplar equino, la posibilidad de elegir uno que se adecúe a tus necesidades es muy amplia. Gracias a estos amigos tan especiales, tus paseos rutinarios se convertirán en una actividad que no podrás rechazar.
Imágenes: Anderson Sant'Ana, Juanedc, ferjflores, Juanedc / Flickr.