¡Hola amigos! Hoy me gustaría hablaros de un tema un poco controvertido: la mordida de los perros de presa y el funcionamiento de la mandíbula. Quizá sea por cuanto se desconoce, pero el caso es que es un asunto que genera mucho debate entre los detractores de los perros catalogados como agresivos y los que aseguran que son tan aptos para la convivencia y la vida urbana como cualquier otra raza.
Lo cierto es que hay perros con más carácter que otros catalogados como agresivos, pero eso es algo que no debe preocupar si la educación ha sido la adecuada desde un primer momento. El Pitbull Terrier, American Staffordshire o Presa Canario son algunos de ellos, pero la responsabilidad no debe caer en su historial genético y sí sobre el papel que haya jugado el dueño en su comportamiento. No obstante, ha sido la actitud irresponsable de algunos lo que ha manchado el carácter de estos perros, y como forma de prevención se han impuesto requisitos tanto para los dueños como para los perros: desde la contratación de seguros especiales hasta la ausencia de antecedentes penales entre otros.
Ha habido algunos mitos sobre estos perros que muerden a las personas. Se dice que los perros no bloquean sus mandíbulas cuando atacan y golpean presas u otros objetivos. La persuasión y los cambios hormonales son tan fuertes que tienen cosas que les impiden darse por vencidos y pagan el precio. Tampoco afecta que la mandíbula inferior sea más larga que la mandíbula superior, ni afecta que la mordida tenga forma de tijera (los dientes superiores superiores están antes que la mandíbula inferior) por ende no tiene sentido dejar a estos perros catalogados como agresivos, porque la mayoría de los perros muerden así.
Lo que de verdad importa es el ansia y deseo que tenga el animal y, por supuesto, su morfología y musculatura. Todo se basa en el efecto palanca de la mandíbula. Los expertos aseguran que la relación del tamaño del hocico con el cráneo debe ser perfecta, o si acaso que el hocico se un poco más pequeño, porque así el punto de palanca – la conexión del maxilar superior con la mandíbula inferior – es más fuerte y la potencia de la mordida mayor. Es precisamente lo que ocurre con el Presa Canario, Rottweiler o el Fila Brasileiro.
¿Tenéis algún perro de estas características? ¿Los consideráis peligrosos?