Los gatos raza Somalí son muy inteligentes, y aunque activos, tienen voces suaves y normalmente son tranquilos. Se comunican con sus humanos por medio de suaves maullidos y movimientos tranquilos. Son extrovertidos y sociales. Tienen un amor por la vida inmenso, les encanta jugar, pedir cariños y apapachos, y buscan la compañía humana.
Los Somalí tienen explosiones de energía varias veces al día, durante las cuales correrán por toda la casa, brincando por el aire. Arrojan pelotas y juguetes al aire, los recuperan y los vuelven a lanzar. Con la cola y el lomo arqueado, el Somalí correrá de lado como un mono, e incluso sostendrá objetos en la boca. Hábil para abrir cajones y puertas, se esconden en muchas partes. Muchos Somalíes abren llaves de agua y les encanta jugar con ésta.
Son bien proporcionados, de medianos a grandes con un desarrollo muscular firme. Su cuerpo es medio largo, muy grácil, con un manto de longuitud media, muy sedoso, que requiere pocos cuidados. El manto a menudo tiene de 3 a 9 cms de longuitud, con pelo más corto sobre los hombros. La cola es peluda y esponjada, entre los dedos tiene pelos largos. Sus ojos grandes y almendrados van desde el verde intenso hasta el cobre. El Somalí tiene un color agutí con cuatro a veinte bandas de color en cada pelo, que lo hacen parecer de color sólido. Esta raza cuenta con cuatro colores reconocidos: ruddy, rojo, azul y cervato.
Los Somalí tienen camadas pequeñas de tres a cuatro gatitos, los cuales se desarrollan lentamente. Llegan a su talla adulta completa a los 18 meses de edad.