No es raro que, cuando hablo de ladridos incontrolados, saltos hacia runners, ciclistas, palomas impulsividad las familias se hagan la temida pregunta ¿mi perro es reactivo?
Sin embargo, a mi no me gusta etiquetar a un perro como reactivo, ya que con ello estaría afirmando que esa situación no va a cambiar, que es algo inherente al animal.
Por lo tanto, lo primero que debes tener en cuenta, es que si estás en esta situación no convives con un perro reactivo, sino que tu compañero canino presenta comportamientos reactivos provocados por la aparición de uno o varios estímulos determinados.
Otro punto que debemos tener en cuenta es que, aunque cueste creerlo, estos comportamientos no son agresivos y, aunque ambas situaciones podrían darse en el mismo animal, agresividad y reactividad no tienen nada que ver.
Algunas diferencias son el tipo de ladrido (en los comportamientos reactivos suelen ser más agudos), el tipo de acercamientos (que cuando van ligados a la impulsividad suelen convertirse en saltos desbocados) o el estado “habitual” en el que se encuentra el animal, dándonos la impresión de que si convivimos con un perro con comportamientos reactivos este se encuentre nervioso o inquieto (en alerta) gran parte del día.
Entonces, ¿mi perro tiene comportamientos reactivos?
Los perros con comportamientos reactivos pueden desarrollar este tipo de conductas por motivos distintos, desde no saber como reaccionar al entorno que les rodea hasta no saber procesar algunos estímulos. En concreto, la presencia de vehículos, ciclistas, otras personas y sus perros o, simplemente, ruido.En sí, el comportamiento reactivo puede girar en torno a una valencia positiva (en momentos alegres o extrovertidos) o negativa (cuando teme algo), de ahí que sea tan importante reducir el estrés y entender las emociones de nuestro compañero canino.
A partir de aquí es interesante comprender que los comportamientos reactivos son una expresión conductual que aparece en momentos en los que el perro se bloquea mentalmente.
Es decir, en ese momento no es capaz de utilizar sus capacidades analíticas y cognitivas normales para percibir cómo actuar ante ciertos estímulos. Ante estos estímulos en vez de quedarse inmóvil recurre a movimientos desordenados a fin de mantenerse protegido.
No se si mi perro tiene comportamientos reactivos o si es muy extrovertido
Como sucede con el ser humano, algunos perros son más activos en comparación con otras más pasivos y calmados. Por ello, conviene analizar cada individuo de forma independiente y tener también en cuenta su forma de ser.Por lo general, los comportamientos reactivos solo surgen espontáneamente en situaciones concretas, por lo que cualquier comportamiento anormal será prueba de que algo está ocurriendo.
En cambio, si es muy juguetón casi las 24 horas del día pero no emite ladridos explosivos, conductas descontroladas frente a estímulos ni se encuentra en estado de alerta o nerviosismo gran parte del día, puede ser que simplemente vivas en compañía de un peludo juguetón y muy sociable.
Dicho esto, será de vital importancia analizar el estado emocional de nuestro perro en diversas situaciones para tener una respuesta adecuada.
Qué puede provocar comportamientos reactivos en mi perro
En muchas ocasiones, estas situaciones pueden percibirse como un problema de carácter genético o algo que no tiene solución. Sin embargo, salvo casos aislados, las principales causas de que tu perro emita estos comportamientos son otras:Desarrollar estrés: Si algo produce grandes quebraderos de cabeza tanto para seres humanos como caninos es el estrés. Este afecta considerablemente la forma en la que gestiona las situaciones tu perro. Lo hace menos cauto y mucho más impulsivo.
Ser incapaz de autocontrolarse: Junto a la socialización, el autocontrol es uno de los elementos clave para que un perro gestione la impulsividad. Por lo tanto, es posible que tengamos que enseñarle a autocontrolarse.
Habilidades de socialización deficientes: El aprendizaje de algunas habilidades como la socialización, en los animales, solo se produce a temprana edad. Si cuando tu perro era un cachorro no tuvo la oportunidad de relacionarse con otros animales, ahora le será muy difícil hacerlo. No sabe qué debe hacer y, por tanto, le asusta (y/o le emociona en exceso) todo.
Sobreprotección o exceso de control: Sobreproteger a tu perro no es recomendable, pero tampoco debemos centrarnos en el control para solucionar estos comportamientos. Para saber gestionar una situación negativa debemos trabajar la situación ¡pero cuidado! necesitaremos respetar los tiempos de nuestro perro, de lo contrario, solo estaremos empeorando la situación y ejerciendo un control “ficticio” sobre el animal.
Acontecimientos traumáticos: Imagina que estás con tu cachorro y otro perro le muerde o le empuja, le hace daño. Lo normal sería que ambos peludos dejen pasar el conflicto y no recuerden nada. Pero, a veces, eso no es así. Y si tu perro se enfrenta a una raza, un color o un tamaño de perro en concreto y acaba perjudicado, puede que a la próxima le tenga miedo, se habrá sensibilizado. Si a esto se une que nuestro perro se encuentra en una etapa crítica, que es muy sensible o relativamente impulsivo, puede que comience a desarrollar este tipo de comportamientos. Por lo tanto, será fundamental que enseñemos a relacionarse a nuestro compañero canino y a comunicarnos con él antes incluso de que se desaten este tipo de comportamientos.
La mejor solución, siempre es la prevención especialmente si convives con una raza de pastoreo :p
Estas son solo algunas causas de las muchas que pueden provocar los comportamientos reactivos.
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