Las consultas más habituales que recibo de educación canina siempre van acompañadas de las siguientes preguntas:
¿Mi perro es reactivo? ¿mi perro es agresivo?
A continuación verás los casos más comunes por los que un perro puede saltar sobre la gente, diferenciando los saltos basados en emociones positivas de aquellos cuya raíz son las emociones negativas: comportamientos reactivos y agresivos.
¡Vamos a ello!
Índice
Perros que saltan sobre personas para saludar. Emociones positivas.
Al llegar a casa, a muchas personas les resulta gracioso y gratificante ser recibido por su perro con saltos y fiestas.Sin embargo, el escenario cambia cuando salta sobre gente desconocida o si esos pequeños saltos pasan a ser más fuertes e impulsivos, especialmente si provoca daño o empujones muy bruscos.
Por otro lado, esta situación es considerada normal si la realiza cuando es cachorro o siendo adolescente. Pero a la familia le cuesta entenderla cuando el perro ya es adulto
¿Mi perro no va a cambiar nunca?
Para entender por qué tu perro salta mucho debes analizar tu propio comportamiento, ya que son pequeñas esponjas que desarrollan todas aquellas conductas que nosotras estimulamos.
En este caso, lo más probable que el perro muestre su impulsividad desde una emoción positiva de alegría y excitación, que lo haga para jugar e interactuar; y aunque el estrés positivo también puede conllevar consecuencias negativas, podemos decir que este no es un comportamiento que vaya a provocarnos experiencias especialmente desagradables (salvo que el perro se convierta en un muelle, en cuyo caso lo más aconsejable es intervenir).
En este tipo de casos lo más normal es que el perro salte porque en algún momento de su vida (especialmente cuando era cachorro), nos hizo gracia que lo hiciera, y tal vez inconscientemente fomentamos esa conducta.
Y, probablemente, cuando saltó sobre gente desconocida también recibió caricias y risas.
Por eso no me gusta hablar de adiestramiento ni de modificación de conducta, porque un perro no necesita que le des una orden o que le obligues a modificar su conducta, necesita que tú cambies la tuya y que le eches una pata en su gestión emocional.
Así que, empecemos por lo primero, asegurarnos de que su bienestar físico y mental están cubiertos. Será importante que fomentemos la calma y evitemos las situaciones que aumenten su nerviosismo.
Uno de los mayores errores es regañarle cuando realiza el comportamiento o utilizar el “no”, ya que podemos crearle cierta frustración al no poder acceder a un recurso.
Por otro lado, el vínculo comenzará a debilitarse (puedes saber más a cerca del “uso del no en este artículo: Mi perro está frustrado: el uso del NO en Educación Canina).
Recuerda, es más fácil decirle a un perro lo que queremos que aquello que nos disgusta.
Además será importante que no sigamos reforzando esa conducta, pero que tampoco utilicemos la técnica de darnos la vuelta e ignorarlo, ya que eso podría aumentar su estrés.
Todo lleva su tiempo, y será más factible reducir nuestra intensidad y darle una alternativa a nuestro compañero canino que prohibir o ignorar su conducta.
Perros que saltan sobre las personas por impulsividad y frustración. Emociones negativas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué tu perro salta, ladra y empuja descontroladamente a otras personas?En este caso, podemos decir que el perro también salta desde la impulsividad, pero en esta situación lo más probable es que vaya asociado a un alto grado de frustración y que su raíz sea una emoción negativa.
En este caso, el tipo de sonido que emite el perro suele ser un ladrido continuo y agudo, de nerviosismo y/o advertencia. Mientras que, en el caso anterior, normalmente son sonidos asociados al gemido, a la vocalización, mucho más atenuados y asociados a un exceso de alegría.
A los perros que no gestionan su impulsividad, que sienten frustración y cuyas emociones presentan una valencia negativa cuando explota la conducta, se les ha etiquetado como “perros reactivos”.
Sin embargo, el poner una etiqueta a tu perro solo hará que pienses que es un macarra y que vuestro vínculo se vaya al garete, así que a mi no me gusta decir que un perro es reactivo, en todo caso, diré que un perro tiene comportamientos reactivos o impulsivos cuando aparece un estímulo concreto y por un motivo determinado.
O lo que es lo mismo, un comportamiento reactivo no define a tu perro, tu perro simplemente necesita que lo entiendas, lo apoyes y le ayudes en su camino.
Y si hay algo peor que poner una etiqueta es ponerla mal algo que sucede cuando se confunden los comportamientos reactivos con los agresivos, cuya raíz es totalmente distinta.
La línea puede ser muy fina, si, pero no es lo mismo.
¿En ambos predominan las emociones negativas? Si, pero cuando un perro sufre comportamientos agresivos suele predominar el miedo a la impulsividad y la frustración. El sonido es más gutural, con un ladrido mucho más grave y una conducta menos explosiva.
Podemos decir, por lo tanto, que los comportamientos reactivos no son lo mismo que los comportamientos agresivos, aunque pueden darse ambos en un mismo individuo.
Una de las primeras pautas que implemento en perros con comportamientos reactivos, especialmente en aquellos que son especialmente sensibles, son 15 días de “vacaciones”, dos semanas de paseos tranquilos y de calidad, sin estímulos que detonen la conducta y premiando mucho la comunicación del animal.
Un paréntesis fundamental para olvidarnos de la presión social, reconectar con nuestro perro y reducir las emociones negativas, dando pie a un montón de sentimientos positivos que le den la vuelta al “sesgo de confirmación” que está sufriendo nuestro perro (si siempre tengo experiencias negativas, tenderé a ver el vaso medio vacío y esperarme lo peor).
Y después de esos quince días toca ponerse patas a la obra, gestión emocional, autocontrol, entornos nuevos (rurales y urbanos), terapias naturales, nutrición rediseñar la vida de nuestro perro para crear un lazo emocional irrompible con nosotras que le haga sentirse seguro y acompañado.
El año pasado vio la luz el Programa Reconecta con tu Perro, un programa 360 para familias con perros con comportamientos reactivos y profesionales que quieren aprender nuevas herramientas de trabajo.
Hoy lanzamos la segunda edición.
Te acompañamos semana a semana para que encuentres la tecla adecuada que te permita reconectar con tu perro.
Si lo que te estoy contando resuena contigo, sigue leyendo, te cuento todos los detalles aquí
>> Quiero saber más