Recuperaciones post-operatorias o cuadros de estrés de nuestros gatitos, hoy también se tratan en Medicina Veterinaria con medicina alternativa.
No hay que cuidar sólo el cuerpo, sino también del alma y el espíritu. Ese principio básico de la medicina alternativa se ha ido validando también con nuestras mascotas, en este caso con los gatos.
“En la naturaleza están todos los elementos necesarios para sanarnos y vivir con una energía vital en armonía, pero recién nos estamos percatando de eso”, reflexiona la Médico Veterinaria y miembro de la Asociación Chilena de Medicina Felina Denys Adauy. “No se trata de reemplazar a la medicina convencional, sino de complementarla con estas terapias, pues hay muchos males que se podrían evitar con medicina preventiva”, agrega. Con varios años de experiencia en el área clínica, la profesional se interesó por estas técnicas tras toparse con la coincidencia de que muchos gatos que llegaban enfermos -por ejemplo con recurrentes recaídas por leucemia felina- vivían en un entorno también enfermo (de mucho estrés o problemas familiares). “Me di cuenta de que ellos canalizaban esa energía negativa”.
Fue así como empezó a estudiar la aromaterapia y el uso de las Flores de Bach en felinos.
A su juicio, estas esencias naturales han mostrado tener diversas propiedades terapéuticas. Por una parte ayudan en el alivio de cuadros dolorosos (por sus efectos antiinflamatorio y cicatrizante), pero también son capaces de mejorar problemas de conducta. En especial las Flores de Bach que trabajan más con las emociones. Buenos resultados se han obtenido con mascotas agresivas, hiperactivas y deprimidas (por ejemplo, a raíz de la partida de algún ser querido o por soledad), y otras con mucho estrés, lo cual puede desencadenar otros males (es el caso de gatos estresados por cambios de ambiente).
En la aromaterapia, se recomienda que las esencias se apliquen en la piel de los gatos o que las inhale. Para esto, se pueden rociar en una habitación y esperar unos 15 minutos antes de dejarlo entrar.
Las Flores de Bach, en tanto, son aceites a base de esencias florales muy concentradas, que deben administrarse directamente por vía oral o agregarse en el agua que bebe a diario (de 2 a 4 gotas, unas 4 veces al día). “No se han visto efectos tóxicos, aunque las concentraciones no pueden ser las mismas que para las personas; es importante seguir las indicaciones del Médico Veterinario. Son pocos los que conocen el tema, pero confío en que cada vez serán más”. En los gatos se ha visto la efectividad de flores como Clematis para los problemas de sueño y recuperación de la conciencia después de una anestesia; Beech para gatos poco sociables, y Chicory para los aprensivos y que tienden a marcar territorio. La ventaja -recalca- es que los animales no están interferidos por la racionalidad ni la sugestión, entonces los efectos se notan rápidamente.
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