Vamos allá.
1.- Es mejor dar varias tomas de comida durante el día que una o dos solamente. Ayuda a la digestión y evita la ansiedad. Lo que se suele recomendar es darle tres tomas diarias.
2.- ¿Tu perro come con mucha ansiedad? Prueba a repartir su comida en más tomas al día y ¡pon una o dos pelotas de ping pong en su comedero! Rebuscar el pienso entre las pelotas ayudará a que no coma tan deprisa.
3.- Si tienes un perro de raza grande, evita darle de comer o beber antes de salir a la calle o de hacer ejercicio, así evitarás la temida dilatación-torsión gástrica.
4.- La calidad del pienso importa. El origen de la materia cárnica que contiene un pienso varía mucho desde los piensos caros (gama alta) a los baratos (gama baja), ya que no es lo mismo comer pollo "muslo", que comer pollo "picos y patas".
5.- Si alimentas a tu perro con pienso, asegúrate de que el tamaño de la bolita es adecuado al tamaño de su boca, ni demasiado grande para que no le cueste masticarlo, ni demasiado pequeño para se lo trague entero.
6.- Recuerda que un tamaño adecuado en las bolas de pienso ayuda a que al masticar, sus dientes se mantengan libres de sarro.
7.- El chocolate, la cafeína, el ajo, la cebolla, el laurel, el xilitol, el tomate verde (o la planta del mismo), la patata verde, las semillas de manzana (también de la pera, el melocotón o la ciruela) o las nueces de Macadamia, son importantes tóxicos para tu perro: ¡Ten mucho cuidado de no dárselos o que no los coma por accidente
8.- Si a tu perro no le sientan bien los piensos comerciales, prueba con alguno hipoalergénico. Los hay de dos tipos: los que contienen las “proteínas hidrolizadas" (se digieren mejor) o los que contienen proteínas de carnes que tu perro no habrá probado antes (como el pato, el caballo o el canguro por ejemplo).
9.- Acuérdate de restar la cantidad de premios que le has dado en el día a su ración diaria de comida. Si a su ración diaria le sumas además premios y esas pequeñas cosas que "se caen" de la mesa, acabarás con un problema de obesidad en tu perro.
10.- ¿Sabías que mirar a un perro cuando come es un gesto de dominancia? En perros muy tímidos o sumisos podría provocarle rechazo e incluso que dejara de comer.¿Y tu perro cómo come?
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