En la mayoría de los casos, la presencia de perros proporciona un sentido de normalidad y tranquilidad a los individuos. Como he mencionado en anteriores post una de las razones por la que los perros de terapia suelen ser tan útiles es por su capacidad de dar amor incondicional, por la aceptación y el no juicio que realizan. Son los dos regalos más importantes que estos animales nos pueden ofrecer. Para los perros somos “perfectos” tal y como somos.
Los expertos y técnicos deben esforzarse para tener el máximo nivel de competencia en cualquier ocasión en los que utilizan un perro de terapia. Manejar con eficacia las tareas que se les presentan en sus programas diarios. Cada día el papel de los perros de Terapia es más exigente
Para los pacientes:
Aunque en Sevilla no hemos todavía podido implementarlo consideramos que es importante que los pacientes que están aislados en un hospital sonrían y socialicen y que tengan la oportunidad de olvidar aunque sea de manera momentánea que están enfermos. También Para quienes se recuperan de lesiones traumáticas y cirugía, los perros de terapia pueden desempeñar un papel importante en su terapia física. El uso de comandos con un perro, jugar a la pelota, o cepillar su pelo son también maneras de recuperar la fuerza, el equilibrio, la movilidad, las habilidades motoras, y lo más importante, la confianza para ser independiente de nuevo.
Para estudiantes y niños:
Los estudiantes con dificultades, ya sean física, mental o emocional, pueden beneficiarse de la confianza que dan los perros de terapia, ya que éstos no ven ninguna discapacidad. Tratan a todos por igual, sin importar qué capacidades o discapacidades tiene el individuo, y por tanto sirven como modelo positivo. Los niños que aprenden a ser amables con los animales tienen más confianza en sí mismos y un mayor de desarrollo de la empatía.
Los estudiantes con problemas de aprendizaje pueden beneficiarse de la presencia de un perro de muchas maneras:
Si se utiliza el tiempo de estar con el perro como una recompensa por su buen comportamiento suelen estar más motivados y se concentran y cooperan con los demás.
Se puede disfrutar de situaciones de juego positivas, tales como jugar a la pelota, salir a caminar o enseñar nuevas habilidades al animal. Este tipo de juego ayuda a los niños a desarrollar un sentido de camaradería y confianza en sí mismo.
Pueden desarrollar habilidades aprendiendo a cuidar de las necesidades físicas y emocionales de un perro de terapia, como el cepillado, o reforzar habilidades sociales importantes, tales como sentarse, dar la mano o saludar
Un perro consigue que a las personas les sea más fácil hablar entre sí, proporcionando temas de conversación agradables (el perro)
¿Qué tipo de perros son más adecuados?
Nos encontramos con que los perros que tienen éxito en estos campos especializados de ayuda deben ser de buena gana social y disfrutar de un alto grado de comportamientos de envases abiertos naturales. Esos perros que no son naturalmente cerrada sociales más rápidamente, fácilmente se estresan y pueden experimentar depresión.
Ni demasiados dominantes ni demasiado sumisos. Son ideales los perros tolerantes a diferentes ambientes incluyendo el manejo de muy diferentes personas.
Algunas de las muchas habilidades requeridas de nuestros perros de terapia implican una empatía natural, alta interacción social humana, también la capacidad de los perros para leer las señales sociales humanas
El perro adecuado puede ser una herramienta muy valiosa en el tratamiento de la vida de cualquier niño, independientemente de los desafíos que él o ella tiene que enfrentar.
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