En este artículo, te brindaremos consejos imprescindibles para aprovechar al máximo esta etapa tan especial. Descubre cómo establecer una conexión sólida desde el principio y sentar las bases para una relación duradera y llena de alegría con tu adorable cachorro.
Ponte en situación
Un cachorrete de entre dos y cuatro meses llega a tu casa. Acaba de ser separado de su mamá, al menos, quizá también de sus hermanos. Todo absolutamente es nuevo para él/ella.Tú sientes muchísima ilusión por su llegada y lo normal es que tiendas a alguna de estas situaciones:
Le dejas su espacio y que vaya a su libre albedrío. Es muy peque aún como para pedirle incluso que haga sus necesidades fuera de casa. No piensas en que que necesita una educación hasta quizá el año (aunque la realidad te enseñará que lo necesitará mucho antes).
Se te crea cierta ansiedad al pensar la cantidad de cosas que aún no conoce, que no sabe hacer, o el tiempo perdido que ha pasado sin conocer el mundo como a ti te gustaría.
Esta situación suele venir de profesionales incipientes que quieren hacer de su cachorro, el mejor de los mejores futuros perros. También de personas que han tenido ciertas dificultades con algún perro anterior, y saben la importancia de una educación temprana.
Qué no necesita la primera semana
El tiempo es muy relativo, y hablo de la primera semana como tiempo mínimo indispensable para tener esa primera acogida de la cachorra en casa. Seguramente, se alargue más de 1 ó 2 meses.Durante es primer momento conociendo su nuevo hogar, no debes centrar vuestra relación en:
Enseñarle a que se tumbe, se siente o te de la pata… como tantos otros comportamientos de este tipo.
Socializar, socializar, socializar con el mundo exterior sin plan o supervisión de la evolución.
Comenzar a dejarle durmiendo solo o largos períodos de soledad en casa para que se acostumbre.
Trabajar el autocontrol con la comida.
Y tantas y tantas cosas superfluas.
Qué deberías hacer la primera semana
Y a partir de la primera semana, el resto de días de vuestra vida en común:Observar: qué le gusta, qué no le gusta, si tiene miedos, cómo juega, cuándo duerme, dónde le gusta descansar… No conoces a tu cachorro y no tiene que ser tal y como lo habías imaginado. No des nada por hecho y ¡observa!
Entenderle: determinar cuáles son sus señales de comunicación canina más habituales, cuándo las hace y con cuáles debemos solucionar su malestar, descifrar sus ladridos o llantos según la necesidad que haya detrás, descubrir sus inquietudes y curiosidades…
Hacerte entender: conseguir una comunicación bidireccional basada en el respeto, la empatía y la tranquilidad.
Mostrarte como la figura de confianza que siempre deberás ser: siendo fiable, consecuente y convirtiéndote en la persona que cuida, protege y estimula adecuadamente a tu cachorra.
Es precisamente ésta la parte más importante de vuestra relación desde su llegada hasta el final de sus días. Ten en cuenta que todo lo demás puede ir llegando con el tiempo, pero sólo tendrá una oportunidad de conocerte por primera vez, a ti y a su nueva vida. Ese primer momento, esas sensaciones, esa seguridad que le puedas transmitir, se grabarán en su cabeza para siempre. No digo que no podamos moldearlas en un futuro si la cosa no ha ido bien… pero desde luego esa primera vez será muy relevante, y… ¿por qué perder esta maravillosa oportunidad de decirle a tu cachorra que ha llegado al mejor sitio al que podía llegar?
Ahora que conoces las claves para una primera semana exitosa con tu cachorro, ¿estás listo para embarcarte en esta maravillosa aventura? ¡Comparte tus experiencias y consejos en los comentarios! Nos encantaría saber cómo ha sido tu experiencia y ayudarte en cualquier duda que puedas tener. ¡Disfruta de cada momento con tu nuevo compañero de vida y construye recuerdos inolvidables juntos!
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