Si tengo que hablar con un cliente, diría que ¡por supuesto! El adiestramiento en positivo está en boca de todos, particulares y profesionales, y es la forma amable de entrenar o adiestrar a un perro en Madrid, en España, en Europa o en el mundo entero. Es más, afortunadamente cada vez más gente se preocupa de saber cómo vas a entrenar a su perro, y en un primer contacto sale la pregunta casi con seguridad. No pegarle ni utilizar herramientas de castigo es lo que la gente ve y reconoce, aunque realmente hay mucho más detrás de un entrenamiento “en positivo”.
Si tengo que hablar con un profesional… entonces sí entraría en debate…
Adiestramiento en positivo como concepto
Como decía más arriba, es la cara amable del entrenamiento. Jugar, divertirse con el perro, no regañarle, no decir lo que está mal sino sólo lo que está bien, utilizar premios… eso creo que casi todo el mundo lo tiene claro. Además lleva intrínseco algo en lo que podríamos quitar de un plumazo a una gran parte de los “adiestradores en positivo”: respetar sus tiempos, controlar y prestar atención al nivel de estrés del perro en el entrenamiento, jugar con niveles de frustración que el perro pueda gestionar, hacer un entrenamiento divertido para el peludo, valorar su gestión emocional…
Así que resulta que coger un paquete de salchichas y enchufárselas al perro únicamente no pasa por ser un adiestramiento en positivo. Hay mucho más. Pero digamos que el concepto se basa en no hacer ningún daño al perro, ni físico ni emocional, y trabajar con diversión tanto propia como del peludo para conseguir un mejor vínculo y mucho mejores resultados.
¿Qué tiene de positivo?
Bueno, pues parece evidente que es muy positivo que el perro únicamente tome el entrenamiento con experiencias positivas. Es sencillo adiestrar en positivo: te enseño cómo hacer algo con una de las varias técnicas que existen, lo haces, recibes un refuerzo positivo. Maravilloso hacer un sentado, un tumbado, o que el perro venga dando saltos a la pata coja…
Es decir que el adiestramiento puede ser POSITIVO con todas las letras.
Pero vamos a pensar en otro tipo de cosas, en problemas que pueda tener el perro. Cuando comencé a aprender algo sobre adiestramiento, decían “por ahí” que era imposible educar determinadas cosas en positivo. Y yo cuando comencé a indagar y a meterme en este mundillo me dije: “Eso no es verdad, en positivo se puede hacer cualquier cosa. De hecho, conozco gente trabajando en positivo y haciendo modificaciones de conducta, incluso, con perros agresivos”. Y así es… Bajo la etiqueta de “positivo” se trabaja cualquier cosa que necesites con el perro. Y si no la sabes trabajar, mejor será que pares, pienses, investigues, comentes con otros colegas e intentes llegar a la solución para no tener que desviarte de tu camino. Si no lo sabes hacer, no significa que no se pueda… ¡seamos un poquito más humildes! Seguramente la falta de formación es la culpable de esa “imposibilidad”, y quizá con varias cabezas pensantes se pueda llegar a una solución ética.
Pero entonces hay a quien admiras por su “positividad” en el trabajo con animales y te dice que lo que hace, no es entrenamiento en positivo. Silencio… Y es que bajo un punto de vista más exquisito en los términos, tener que exponer a un animal a algo que le causa miedo o inseguridad, nunca puede considerarse positivo. Trabajar con niveles de frustración que el perro pueda manejar, no deja de ser llevar al perro a un estado de frustración, que muy positivo, no es. Y sin embargo es necesario en cada habituación, con cada modificación de conducta que hagamos al perro. Trabajamos cómo superar la ansiedad enfrentándole a la ansiedad, cómo trabajar los miedos enfrentándole a sus miedos… Porque si no lo hacemos, jamás lo superará.
No se puede educar todo en positivo…
Cuidado… que si eres un cliente particular volveré a decirte sin pensarlo: ¡por supuesto que sí! Aquí la diferencia viene en qué podemos llamar “positivo”. Como concepto no tengo duda. Con la terminología, es posible que pudiéramos utilizar otra más adecuada.
Entonces, ¿sí se puede educar todo en positivo?
Cuando hablamos de educar en positivo a un perro nos referimos a la forma de hacerlo. Es una manera ética de plantear un programa de trabajo con un animal siendo plenamente conscientes de que estamos trabajando su ansiedad, su frustración, su miedo, sus emociones… Y es por ello que tenemos que hacerlo basándonos en el respeto y la confianza.
Podemos pasarnos toda la vida reforzando comportamientos que no suponen ningún problema para el can, pero cuando queremos cambiar algo que no nos gusta o que le genera algún tipo de inseguridad o problema, debemos enfrentarnos a ello de la manera más respetuosa hacia el perro. Esa es la filosofía del adiestramiento en positivo. Positivo, o no tanto, es la única manera moralmente aceptable que se me ocurre para entrenar animales. La única manera posible por la que muchos de nosotros hemos decidido hacer de nuestra pasión, nuestro trabajo. Y en ella continuamos para ser cada vez, un poquito más respetuosos; cada vez, un poquito más éticos; cada vez, un poquito más positivos.