Enviado por Ecoticias.com
El cadáver de un ejemplar de lince ibérico, un macho adulto nacido en el año 2009, ha sido hallado recientemente en la zona de Las Viñas de Peñallana, una zona semiurbanizada enclavada en la sierra de Andújar (Jaén), dentro del área de distribución Andújar-Cardeña. Este animal es el tercero que pierde la vida por prácticas de furtivismo en Andalucía durante el presente año 2014, al que se une un cuarto que murió envenenado en Valencia de las Torres (Badajoz).
Los datos de los que dispone el proyecto "LIFE+Iberlince", consultados por Europa Press, derivan del aviso de un particular que encontró el cuerpo de manera fortuita y han podido recabarse gracias al patrón de pelaje. El lince, al parecer, murió atrapado en un lazo colocado ilegalmente para matar carnívoros.
Subraya el programa que Las Viñas de Peñallana ha sido históricamente una zona "conflictiva" donde era habitual encontrar artes ilegales para captura de carnívoros o jabalíes, aunque se llevaban varios años sin encontrar artes ilegales.
En el año 2002, y dentro del marco de los proyectos LIFE Naturaleza, se puso en marcha un programa intensivo de vigilancia gracias al cual se redujeron notablemente este tipo de prácticas, de tal manera que los hallazgos de artes en los últimos años estaban siendo "anecdóticos".
La iniciativa LIFE ha reivindicado que la vigilancia de estas áreas por los equipos de campo "nunca ha cesado" y, de hecho, en estos momentos se va a intensificar en la zona.
A este respecto, el responsable del Proyecto Lince de la asociación conservacionista WWF, Ramón Pérez de Ayala, ha subrayado a Europa Press que la principal problemática de esta "lacra" es que es muy difícil de localizar, mientras que la otra gran causa de mortandad de estos felinos, los atropellos --19 ya en Andalucía en 2014--, sí se ubican en su práctica totalidad.
LA AMENAZA PUEDE SER "MUCHO MAYOR"
"Si hay un animal que caiga en un lazo en una finca muy a desmano, y quien haya puesto el lazo lo esconde, hay poco que hacer", ha manifestado Pérez de Ayala, admitiendo que el asunto "nos preocupa mucho" en tanto que, con los datos de los collares que llevan los linces, "la incidencia de la muerte por furtivismo es más alta que por atropello".
Así, tras recordar que, por ello, la amenaza puede ser "mucho mayor" y que otros dos linces han sido rescatados este año --una hembra preñada y otro ejemplar que, tras perder una pata por amputación, permanece en un centro de cría sin poder volver a la naturaleza--, ha expresado su deseo de que estas prácticas "no salten a otras zonas".
Apunta el responsable del Proyecto Lince de WWF a la "falta de medios", ya que "al final el esfuerzo de control se hace desde el propio proyecto LIFE", y ha lamentado que, excepto casos concretos de agentes forestales o del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil "que colaboran mucho", han dejado de producirse las batidas sistemáticas con las que, entre otros aspectos, se logró controlar la recuperación de la población de Aljarafe-Doñana.