Contra todo pronóstico, logró recuperarse y ahora se encarga de cuidar a los animales del refugio que se encuentran recuperando de algún tratamiento médico sin importar de qué especie se trate, ya sea calentándolos con su cuerpo o lamiéndolos.
Seguramente es la forma en que Radamés agradece que le hayan salvado la vida, trabajando como enfermero de tiempo completo en ése mismo refugio.