Hace poco tuvimos el honor de presenciar el primer día de Lula pisando el césped, una experiencia que resultó ser maravillosa tanto para esta pequeña yorkshire como para nosotros.
Y es que no somos conscientes pero, para un cachorro que viene a casa, las primeras experiencias en su vida son súper importantes.
(Lula, la protagonista de nuestro vídeo de portada. ¡Gracias pequeña por regalarnos ese momentazo!)
Y es que debemos ponernos en su piel, de repente y sin entender nada, nos apartan del único lugar que conocemos, en el mejor de los casos hemos tenido un inicio de buena socialización, hemos tenido contacto con personas y otros animales.
Pero el nuevo mundo puede dar miedo, ver cosas que no conocemos y vivir en un lugar que no identificamos como nuestro hogar. Por ello es muy importante conseguir que para nuestro perrito todo esto sea una buena experiencia, sin estrés y en la que aprender cosas positivas para el resto de nuestra vida.
PRIMEROS PASOS
Antes de nada debemos aclarar que no debemos sacar de paseo a un cachorro que no tiene todas sus vacunas. Debemos evitar que esté en lugares donde otros perros han estado tipo pipican y similares. Sin todas las vacunas nuestro cachorro está expuesto a enfermedades serias. Debemos consultar con nuestro veterinario de confianza.
Dicho esto, os presentamos un par de consejos básicos para las primeras experiencias de nuestro cachorro en casa:
Os esperan unos días donde es probable que el perrito empiece a llorar por las noches. Es normal ya que no se siente seguro. Necesita tiempo a sí que nos armaremos de paciencia. Es importante dejar que se gestione ya que si le hacemos caso cada vez que llore, es posible que aprenda esa conducta y más adelante surjan problemas.
Tendremos un lugar confortable preparado para él, donde se encuentre calentito y tranquilo. Un transportín (sin la puerta puesta) con una manta para él es buena opción, se sentirá más seguro y protegido.
Debemos dejar que explore su nuevo hogar de manera tranquila. Darle tiempo para que olisquee por la casa y empiece a familiarizarse con las personas que van a vivir con él. No agobiarle, darle su espacio. Le esperan unos días de adaptación y cada uno necesita su tiempo.
Dejar que sea el cachorrito el que interactúe con nosotros y hacerlo de manera tranquila y cariñosa. En pocos días cogerá confianza con nosotros y empezará a corretear como cachorro que es.
Y cuando salga a la calle:
Recalcamos el hecho de que no debemos llevarle a sitios donde hayan estado otros perros si nuestro cachorro no tiene todas las vacunas. Pero lo que sí podemos hacer es llevarle a que conozca mundo en una bolsa especial para ellos o transportín. Esto, lógicamente, es más fácil con perros pequeños. Cuando más le llevemos a sitios nuevos donde ver personas, coches etc. más preparado estará cuando sea adulto. Un perro totalmente aislado puede desarrollar miedos a la hora de exponerlo a tantos estímulos.
¡Pero ojo! Tampoco podemos hacerlo a lo loco. Siempre debemos cuidar el nivel de estímulo para nuestro cachorro ya que es tan malo que no los tenga como que los tenga de manera totalmente desproporcionada.
Si nuestro cachorro ya está vacunado y podemos llevarle de paseo, es importante que conozca perros equilibrados. Perros que sean tranquilos para que todas sus experiencias sean positivas.
Aquí también debemos prestar atención ya que si metemos a nuestro cachorro en parque donde hay un montón de perros que juegan de manera descontrolada, es posible que en el futuro tenga también problemas.
Debemos tener en cuenta que esta etapa determinará como se relacionará nuestro perro en el futuro. Con lo cual hay que cuidarla todo lo que podamos. Es la etapa más importante para nuestro perro.
Esperamos que estos pequeños consejos os sirvan de ayuda para empezar a establecer una relación con nuestro perro sana, respetuosa y feliz.
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