A grandes rasgos, el perro intentará proteger su cuerpo y con él principalmente las zonas más vulnerables, y mostrar una actitud sumisa y nada amenazante, haciéndose más pequeño de lo que realmente es.
Características físicas
Su mirada suele aparecer desde abajo sin dejar de mirar el estímulo o situación que le produce la sensación de miedo o inseguridad pero guardándose muy bien de parecer amenazante, por lo que la mirada puede ir y venir con frecuencia, de manera continua. Suele aparece el “ojo de ballena” que nos deja ver la esclerótica (parte blanca).
Las orejas permanecen pegadas a la cabeza y echadas hacia atrás.
Músculos en tensión encogidos para mostrar indefensión y reducción del tamaño.
La cabeza suele estar ligeramente con el hocico hacia arriba, mirando al perro o persona desde abajo.
Boca cerrada y en ocasiones con la lengua moviéndose hacia fuera y hacia dentro, como queriendo lamer al aire o efectivamente lamiendo a persona o perro. Si lo que le provoca inseguridad o miedo es un ruido o una situación concreta, este último comportamiento no suele aparecer.
Rabo encogido y metido entre las patas. Observaciones:
En general, esta posición está destinada por una parte a la protección de su cuerpo y por otra a aparentar más vulnerabilidad e inofensividad.
Cuanto más pequeño y más “invisible” sea, más seguro se sentirá.
Es posible que el rabo se mueva en un ángulo agudo manteniéndolo hacia abajo, demostrando nerviosismo. Este movimiento no debe confundirse con alegría o comodidad.
Si tuvieras que adivinar ¿qué posición dirías que está más próxima a convertirse en una agresión y por qué?
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