A todos los perros les encanta morder, es parte del legado de sus ancestros como sucede con muchos rasgos del juego. Aunque los patrones de caza del lobo están incompletos en el perro, el juego del tira y afloja, morder y rasgar, sacudir juguetes o perseguir la pelota, son residuos instintivos del cazador social que se agrupa para abatir a la presa.
El juego es parte fundamental del aprendizaje en todos los perros desde las tres semanas hasta el final de sus días. Aspectos tan importantes como la inhibición de la mordida, la señal de parada y las conductas agonísticas se aprenden durante la primera etapa de la impronta, cuando los cachorrillos juegan con su madre y con sus hermanos adquiriendo habilidades sociales imprescindibles para el resto de su vida.
Son muchos los tipos de juguetes que satisfacen las necesidades de juego de los perros y que hoy en día podemos encontrar adaptados a todas las edades. Desde los juguetes especialmente diseñados para cachorros, hasta los destinados a perros mayores o con limitaciones de movilidad.
En este artículo vamos a revisar los juguetes pensados para complacer el instinto de morder y mascar que hay actualmente en el mercado. Es una actividad divertida para todos los perros que mantiene en buena forma los músculos masticadores, combate el estrés y favorece la relajación. Algunos peludos disfrutan tanto con la acción de mascar, que incluso cierran los ojos mientras se dejan llevar por la mecánica de la mordida.
Juguetes para todos
Antes de adquirir juguetes para morder, es necesario que sepamos qué tipo de masticador es el perro sin olvidarnos de la edad. Si es un masticador suave o moderado, puede que desgarre algún juguete de tela, pero normalmente no romperá los de goma estándar y los tratará con bastante cuidado, aunque los lleve en la boca muchas veces y de vez en cuando los mordisquee un ratito. Si es un masticador fuerte, le encantará morder incansablemente todos los juguetes incluidos los de goma y destrozar literalmente los juguetes más blandos. Este tipo de juguetes delicados no serían adecuados para los perros tenaces y lo mejor sería descartarlos, optando preferiblemente por los juguetes de goma extra resistente. En general los cachorros y perros senior necesitan gomas más blandas que los jóvenes y adultos.
Juguetes para perros adultos
Teniendo en cuenta estas consideraciones y por supuesto el tamaño del perro, ya podemos entrar en el mundo de los mordedores para perros y seleccionar entre montones de opciones.
Los juguetes de caucho sólido son una estupenda diversión para todo tipo de perros, pudiendo encontrarlos con varias durezas y tamaños en función de nuestras necesidades. Muchos de ellos, además de mordedores son juguetes que se pueden rellenar o untar con comida, motivando a los perros aún más a mordisquear y lamer.
También podemos encontrar distintas texturas dentro de los juguetes de caucho, desde los lisos con formas suaves hasta los dentados, con ranuras o puntas; los hay que combinan la goma con cuerdas o con otros materiales.
Otra alternativa interesante son los dummies textiles con costuras extra fuertes. Pueden servir como opción a los peluches para masticadores moderados y fuertes, aunque siempre bajo supervisión. También los hay de caucho natural, de cuerda o de tejidos esponjosos para bocas blandas y se pueden usar, como todos los juguetes, para lanzar y traer.
Los juguetes de vinilo y látex no son adecuados como mordedores porque se rompen con facilidad, aunque los perros de boca suave los pueden usar para jugar sin que sufran deterioros durante mucho tiempo. Los perros destrozones en cambio, pueden triturar este tipo de materiales en cuestión de segundos.
Para los perros a los que les apasiona morder y que disfrutan con las sesiones largas de masticación, los huesos de piel prensada son un perfecto juguete comestible. Algunos peludos prefieren mascar los huesos prensados a ratos, dejándolos después abandonados hasta que les vuelven a llamar la atención. Otros perros sin embargo, se dedican en cuerpo y alma a morder el hueso hasta que se lo terminan. Podemos encontrar muchos tipos de huesos prensados, generalmente de vacuno o de cerdo y en diversas presentaciones para elegir. Aunque suelen digerirse sin ningún problema por la inmensa mayoría de perros, la primera vez que le ofrezcáis uno de estos huesos al perro mejor que no sea muy grande y que vigiléis que le sienta bien. Cuando comprobéis que no le da problemas digestivos y que lo masca tranquilamente, también podéis utilizarlos durante las ausencias prolongadas como complemento de juguetes interactivos para evitar el aburrimiento y la ansiedad.
Juguetes para cachorros
En los cachorros la necesidad de jugar y morder tiene su máxima expresión. Además de ser necesario para un correcto desarrollo de la conducta, es imprescindible brindarles mordedores para aliviar las molestias de la dentición.
Sus músculos todavía no tienen mucha fuerza y sus encías son delicadas, por eso los juguetes para morder deben tener una dureza adecuada a los cachorros. Un exceso de dureza puede producir dolor y frustración en los perritos.
Los peluches y juguetes que combinan texturas son perfectos para los cachorros. Pesan poco y los pueden pasear por toda la casa para tenerlos siempre a mano. Les gustan especialmente los de tamaño grande, y es tan gracioso verlos tropezarse con ellos cuando los transportan, que no deberíais perderos esa imagen por nada del mundo.
Los cauchos especiales para bocas infantiles son blandos pero resistentes. En muchas ocasiones también combinan, como en el caso de los juguetes para perros adultos, la función de mordedor y de comestible. Un poquito de paté untado en los juguetes de caucho es suficiente para despertar el olfato y añadir lametones golosos al juego de morder.
Si queréis darles huesos prensados a los peques, esperad unos meses hasta que el sistema digestivo haya madurado un poco y la primera fase de la dentición esté terminando. Hacia los 6 meses sería un buen momento para probar estos juguetes, pero siempre bajo supervisión.
Para aliviar las molestias de la erupción de los dientes, podéis mojar y meter en el congelador un par de horas las cuerdas trenzadas de algodón y los peluches pequeños, de esta manera el frío actuará como anestésico reduciendo la sensibilidad de las encías.
Terminamos este repaso a los juguetes para morder con una recomendación para todos los perros en general y para todo tipo de juguetes: no les dejéis demasiados a la vez. Si ya tienen mucha cantidad acumulada porque os habéis vuelto locos comprando pelotas y muñecos, mejor que hagáis una pequeña selección y guardéis los demás. De esta manera, cada dos o tres semanas podéis cambiar unos por otros y darles a los peludos la alegría de reestrenar juguetes.